Apenas se había jugado un minuto cuando el defensor David Navarro fue a buscar una pelota junto con Cristiano Ronaldo. Con o sin intención, el jugador de Levante usó su brazo como escudo y con su codo derecho le abrió la ceja al portugués, que en segundos acusó el golpe. Con el rostro lleno de sangre, "CR7" tuvo que abandonar el campo de juego. 

A su regreso, hecho una furia, el delantero de Real Madrid anotó el primero de los goles con los que su equipo venció 2-1 a una de las revelaciones de la Liga de España. 

Amado por los suyos y odiado por todos los demás, el portugués se sacó así la bronca después del descalificador codazo que recibió. LA GACETA ©