"Es jueves 8 de noviembre y nos queremos unir a la protesta en Argentina por la defensa de la libertad de expresión y pensamiento. Que pensemos distinto al Gobierno no quiere decir que seamos de ultraderecha o milicos", señaló. Araujo comentó que a través de las redes sociales los argentinos, sin ninguna bandera política, se autoconvocaron para manifestarse en defensa de la democracia en el páis.
Pero allí no terminó la historia, luego de Australia, las manifestaciones continuaron en España, Italia, Francia, Gran Bretaña y Austria, entre otros países. Argentinos que no viven en el país hicieron sentir sus protestas y difundieron mensajes e imágenes a través de las redes sociales.
Según pudo reconstruir el diario La Nación, más de cien manifestantes se concentraron frente al consulado argentino en Roma con banderas argentinas y pancartas que contenían las consignas del cacerolazo.
La anterior marcha en contra del Gobierno fue el 13 de septiembre último y tuvo como epicentro la Plaza de Mayo, mientras que esta vez será la Avenida 9 de Julio y plazas de ciudades del interior del país.
La protesta fue convocada básicamente por las redes sociales, aunque también se pronunciaron a favor de la manifestación dirigentes de partidos opositores. La convocatoria volvió a generar cruces entre los principales dirigentes políticos del oficialismo y de la oposición, aunque desde los sectores contrarios al kirchnerismo se planteó un compromiso de no "politizar" la protesta.
Desde el oficialismo cuestionaron la metodología que se plantea para impulsar los reclamos al gobierno y hasta hubo duras críticas de algunos sectores kirchneristas como el que representa Luis D'Elía, que tildó de "tilingos" a quienes participarán del cacerolazo y adelantó que "comenzará la diatriba golpista". (Cadena3.com.ar- DyN - NA)