Más de 20 simpatizantes heridos. Hinchas varados a más de 190 kilómetros de sus hogares. Futbolistas golpeados y amenazados con pasar la noche en un frío y húmedo calabozo. No es un cuento de terror. Es el saldo de la pesadilla que vivió Deportivo Aguilares en Santiago del Estero, donde supuestamente debía haber sido una fiesta de fútbol.
"Los hicieron bajar cerca de la plaza. De allí nos escoltaron hasta el estadio. Un hincha encendió un elemento de pirotecnia y allí empezó todo. La policía se enloqueció y reprimió a diestra y siniestra. Hombres, mujeres y niños fueron golpeados o terminaron lastimados. Estimamos que fueron más de 20", destacó Carlos González, presidente de Deportivo Aguilares,
El técnico José Dip informó que Claudio Sosa y Luis Gómez también fueron agredidos por los policías cuando se dirigían al vestuario. "Nos decían que todo esto era por lo que había pasado contra Sportivo Fernández. Después nos amenazaron que nos detendrían. Gracias a Dios, actuó un abogado y las cosas se calmaron", relató el entrenador.
Al cierre de esta edición, en Aguilares se vivían horas de angustia. Los familiares de los simpatizantes esperaban su llegada, ya que varios de ellos perdieron a los micros en los que se habían trasladado. Por ese motivo, los directivos tuvieron que salir a buscar autos y utilitarios para trasladarlos a la provincia.
"Nos comunicamos con ellos y estaban indignados. Los lastimaron antes de que comenzara el encuentro y después no los quisieron atender en los hospitales. Le pegaron y los trataron como si fueran animales", destacó Lourdes Hoyos, pariente de un fanático en una charla con LG Deportiva.
"Esto no va a quedar así. Vamos a hacer las denuncias correspondientes para que esto no vuelva a ocurrir", agregó González. Y ya comenzaron a moverse. Anoche, los dirigentes de la Liga Tucumana de Fútbol se comunicaron con los responsables de Seguridad Deportiva para ponerlo al tanto de la situación.