Aunque parezca más lejana, la victoria está a un gol de distancia. Para Ricardo Rodríguez también la separan de Atlético un sistema táctico. Ese que empezó siendo 4-3-1-2, que siguió como 4-4-1-1 y ayer se transformó en un 4-4-2. Todo sea por conseguirla.

El primero fue la carta de presentación cuando llegó "RR" a Tucumán. Al parecer no había manera de sacarlo de allí pero resultados como el 0-4 ante Sarmiento lo hicieron pensar. El equipo había hecho hasta allí más de 15 goles pero también los había recibido y por eso, sacó un delantero y sumó un volante al equipo.

"El grupo lo entiende perfectamente. Necesitamos ganar", dice el "Negro" y encuentra eco, no desconcierto. "Me siento bien. Intento adaptarme a lo que me pide el DT. Todos hacemos eso", dice Matías Ballini quien con el primer cambio no quedó solo en el medio, ya que se le puso al lado Diego Barrado. "No sé si es el sistema o la mentalidad, pero ahora ya no nos llegan tanto. La falla es que nos convierten en esas pocas", dice Barrado.

Ayer, la molestia física de Gonzalo Bustamante obligó a cambiar en la práctica pero no escogió un jugador de la misma especie: Federico Almerares, delantero que volvió a cambiar el esquema. Luis Rodríguez, que en el 4-4-1-1 es el último de los "unos", agradecido. "Cuando recibís la pelota tus compañeros están lejos. Quedás muy solo arriba", dice pero no se resigna. "Es cuestión de agarrarle la mano. El año pasado y en el Argentino A jugamos así", agrega.

Ya con un compañeros a su lado, la cosa sería diferente pero habrá que ver la evolución de Bustamante. "El 4-4-2 es algo que podría pasar el domingo. Si no, veré otra opción", dijo el DT. Quizás sea difícil ver un plan D, pero igual ellos estarán preparados.