NUEVA YORK, Estados Unidos.- Al menos 43 muertos, ocho millones de viviendas sin electricidad y Nueva York paralizada era el balance devastador esta noche por el paso de Sandy por la costa este de Estados Unidos, que luchaba para recuperarse de la monstruosa tormenta.
El presidente Barack Obama reunió a su comité de crisis y canceló los eventos previstos el miércoles, una semana antes de las elecciones, para quedarse en Washington y coordinar la respuesta al huracán, dijo su portavoz.
Obama había sido informado "durante toda la noche" sobre la evolución de Sandy y en contacto con autoridades de Nueva York y Nueva Jersey, dos de los estados más afectados por la tormenta, según un funcionario de la Casa Blanca.
"Esta tormenta todavía no terminó", advirtió el presidente durante una visita a la sede de la Cruz Roja en Washington, asegurando que la gente que ha sido afectada por el ciclón debe saber que "Estados Unidos está con ella".
Mañana, el jefe de Estado viajará a Nueva Jersey, el estado más afectado por Sandy. Connecticut, Nueva York, Nueva Jersey, Maryland, Pensilvania, Carolina del Norte, Virginia y Virginia occidental informaron de muertes relacionadas con el paso de Sandy, mientras que en Toronto, Canadá, la policía dijo que una mujer falleció al ser alcanzada por un objeto que se desprendió a raíz de la tormenta.
Solo en Nueva York se registraron al menos 23 víctimas mortales, anunció el gobernador del estado, Andrew Cuomo. Estas víctimas se suman a los 67 muertos que había dejado Sandy a su paso por el Caribe.
Los devastadores daños materiales de Sandy, que tocó tierra en la noche del lunes en Atlantic City (Nueva Jersey) como ciclón postropical y vientos de hasta 150 km/hora, comenzaban a precisarse. La supertormenta azotó la densamente poblada región del este de Estados Unidos, inundando buena parte de las zonas bajas de Manhattan, paralizando el transporte público en muchas ciudades y dejando sin electricidad a millones de personas.
El martes, más de ocho millones de viviendas estaban sin electricidad en 18 estados del noreste de Estados Unidos y en la capital, Washington, anunció el Departamento de Energía.
Según el alcalde Michael Bloomberg, esta tormenta fue "quizás la peor" experimentada por Nueva York en su historia y provocó "extensos daños que no serán reparados de la noche a la mañana", entre ellos 80 casas quemadas en un solo incendio.
La Bolsa de Nueva York, cerrada desde el lunes, reanudará sus actividades el miércoles. En cambio, las escuelas volverán a estar cerradas.
Reactores nucleares apagados
Tres reactores nucleares fueron apagados como consecuencia de la tormenta, dos de ellos en Nueva Jersey y un tercero en el estado de Nueva York.
Los reactores fueron puestos fuera de servicio por problemas de circulación de agua y de la red eléctrica externa y no presentaban riesgos de seguridad, según las empresas que los administran.
También en Nueva Jersey, las aguas rompieron un dique y amenazaban tres pueblos en el condado de Bergen, a pocos kilómetros de Nueva York, indicó la policía.
La tormenta provocó un caos en el transporte aéreo, con cerca de 15.000 vuelos cancelados hasta el momento en la región.
Tanto Obama como su rival republicano, Mitt Romney, son conscientes de la importancia de dedicar toda la atención al huracán, para evitar un desgaste de imagen como el que sufrió el presidente George W. Bush en 2005 debido a la débil respuesta que las autoridades dieron a la llegada del huracán Katrina que devastó Nueva Orleans. (AFP-NA)