BUENOS AIRES, (Marcelo Androeto, especial para LA GACETA) - Pasaron 532 días de ayuno forzoso para que los hinchas de River y Boca pudieran verse las caras frente a frente de manera oficial. Y las ganas guardadas durante 17 meses tuvieron su catarsis ayer un Monumental que explotó de color y pasión.
Una hora y media antes del inicio del partido se dio el primer cruce de cantos, en una batalla desigual que terminó con casi 50.000 gargantas de un lado y el grupo "xeneize" por el otro. Los hinchas de Boca echaban en cara a sus rivales el indeleble recuerdo de la B, los de River les refregaban a sus "primos" el "abandono" de tribuna de alguna vez y el hecho de que no siempre llenan la Bombonera.
Mientras se esperaba por la salida de los equipos, los famosos seguían llegando al estadio. Ya lo había hecho Eric Cantona. Luego fue el turno de Marcelo Salas, quien evocó su último superclásico como espectador, el de la victoria millonaria por el testazo de Maidana. Y dijo esperar que se repitiera la historia.
La fiesta se hizo total cuando salieron los equipos. Primero Boca. La popular visitante se llenó de bastones inflados azules y amarillos, aunque un espeso humo rojo y blanco se elevó desde el techo de la Centenario Media para "neutralizar" el cotillón "xeneize".
Y cuando David Trezeguet encabezó la fila india riverplatense, el rojo y el blanco lo cubrieron casi todo, mientras una lluvia de papelitos cambió de color el verde césped. Antes del puntapié inicial hubo un minuto de silencio. Los parlantes anunciaron un recordatorio para los dos hinchas del "millo" que murieron el día que se presentó la bandera más larga del mundo. El árbitro Pablo Lunati dijo que fue para homenajear a Néstor Kirchner, fallecido hace dos años.
Lo malo
Siempre con su equipo arriba en el marcador hasta el final, los simpatizantes de River gozaron el superclásico durante 90 minutos, incluida esa pausa en la que un chanchito inflado de aire y con la camiseta de Boca provocó cara a cara (con un folclore rayano con la violencia) a los hinchas "xeneizes", que respondieron arrojando algunas butacas al campo de juego.
La policía impidió que ingresaran un ataúd con la letra B sobreimpresa, pero no logró evitar que muchos visitantes sin entrada saltaran los molinetes. Eso sí, el jefe de la barrabrava, Mauro Martín, tuvo que quedarse fuera del estadio.
Fue un preludio de lo que vendría. La gente de River siguió de fiesta hasta esa pelota que Silva le bajó a Erviti para el 2-2 agónico. Y enseguida se sumió en un silencio que emuló a aquel "atroz" del choque con San Lorenzo en la Libertadores 2008. Los de Boca pegaron el grito del final y se "vengaron" de la peor manera, emprendiéndola contra un par de guardias de seguridad. Una lástima: tanto color, tanta pasión, tanta violencia.
Desde el Monumental
Dos bajas importantes
Además de la victoria que se escabulló sobre el final ante el clásico rival, el técnico Matías Almeyda tuvo que afrontar otras dos malas noticias: Ramiro Funes Mori y Martín Aguirre sufrieron rotura de los ligamentos cruzados en sus rodillas izquierdas. Si el diagnóstico se confirma, ambos estarán de baja hasta entrado el 2013, al igual que Jonatan Maidana.
Broma de mal gusto
Durante el entretiempo, los hinchas de River provocaron a sus pares de Boca de una manera peculiar: con un inmenso globo con forma de chancho y camiseta "xeneize", que literalmente izaron hasta que quedara cara a cara con la parcialidad visitante. Incluso en un par de momentos el chanchito se movió como si estuviera haciendo sus necesidades. Lunati demoró el inicio del complemento, hasta tanto no fuera arriado en un costado de la platea San Martín.
Presencia tucumana
El tucumano Juan Martín Imbert fue titular en el equipo de Reserva de Boca. El "xeneize" se impuso por 1 a 0 sobre River con gol de Esteban Orfano.
En problemas
Al club "millonario" se le levantó un acta contravencional debido a que en la tribuna donde se ubica su barra brava, se incautaron elementos de pirotecnia y bombas de humo rojo y blanco, además de globos con la inscripción "Clarín Miente", según informó radio Mitre. También investigará si ingresaron más hinchas "xeneizes" que los permitidos.