MIAMI.- El huracán Sandy retomaba fuerzas y amenazaba ayer el Este de Estados Unidos con lluvias torrenciales, fuertes vientos, grandes inundaciones y cortes de energía, a poco más de una semana de las elecciones presidenciales.

Expertos anticipan que el ciclón de lento movimiento, cuyos vientos tropicales se extienden por más de 1.000 kilómetros, podría generar marejadas de hasta dos metros y medio en Long Island Sound, la parte sur de las bahías de Nueva York (se podría suspender el transporte público y cerrar puentes y túneles) y Delaware. Los meteorólogos advierten que tiene todos los ingredientes para transformarse en una "Súper Tormenta", diferente a lo que se ha visto en décadas en EEUU. Ya se declaró el estado de emergencia en varias zonas y de pidió a los ciudadanos que almacenen alimentos y agua.

Por esta situación, tanto el presidente demócrata, Barack Obama, como su adversario republicano, Mitt Romney, cambiaron sus planes de campaña para evitar el paso de Sandy. Los candidatos centran su actividad en los Estados clave por la cantidad de electores que tienen, ya que las encuestas arrojan un empate técnico. Romney celebró tres actos en Florida, mientras que Obama estuvo en Nueva Hampshire y confía en ganar la estratégica Ohio. (Reuters)