Miguel Ángel Brito quizás sabe, pero no contesta. Los alperovichistas de peso se pasaron el fin de semana y el día de ayer tratando de dar con la humanidad del ex director de Arquitectura y Urbanismo (DAU). Pero el ex bussista no les atendió el teléfono y no estaba en su casa cuando lo fueron a buscar. Así, el sucesor del ahora licenciado legislador Armando "Cacho" Cortalezzi en la lista Frente Provincial mantiene en vilo al oficialismo y a toda la Cámara. ¿Aceptará renunciar a la banca para cederle el paso al siguiente candidato, Dante Loza? ¿O ha tomado la decisión de asumir como parlamentario, lo que le garantiza fueros y tranquilidad mientras la Justicia investiga presuntos delitos en la DAU? Todo indica que Brito es el único que puede contestar estas preguntas.

Ni siquiera el gobernador, José Alperovich, parece tener certezas sobre el futuro del ex bussista. Ayer, LA GACETA le consultó si había logrado contactarse con él, y la respuesta fue un monosílabo por triplicado: "no, no, no". Tampoco quiso opinar sobre el posible regreso de Brito al cuerpo, donde permaneció entre 1999 y 2003 con la bandera de Fuerza Republicana. "Eso depende de la Legislatura, no depende de mí. Depende de la Legislatura", recalcó el mandatario.

Desde el viernes, cuando se supo que Cortalezzi iba a ser trasladado a la Caja Popular de Ahorros (CPA), los integrantes del bloque oficialista hacen fuerza para impedir el retorno del ex titular de la DAU. Gerónimo Vargas Aignasse (PJ) utilizó su cuenta de la red social virtual Twitter para repudiar esta posibilidad. "Si el bussista Miguel Brito asume como legislador, no seguiré siendo parte del bloque Tucumán Crece. Estoy en las antípodas de su ideología", amenazó el ex diputado. Y dio más precisiones sobre los motivos de su rechazo. "Brito reivindicó el accionar de (el fallecido represor Antonio Domingo) Bussi en el proceso con más fervor que sus propios hijos. Cuestioné públicamente que integre listas oficiales del PJ", escribió Vargas Aignasse. Su padre, el ex senador provincial Guillermo Vargas Aignasse, fue asesinado en 1976 por las fuerzas represoras, y el ex gobernador de facto fue condenado a prisión perpetua por el crimen antes de su muerte. Ayer, en una reunión informal de bloque, varios alperovichistas opinaron igual que "Gero".

Costo político
Más allá de las discrepancias ideológicas con Brito, en el bloque oficialista tampoco quieren asumir el costo político de incorporar al ex funcionario, cuya renuncia al frente de la DAU aún está tibia en el despacho del gobernador.

A fines de julio, el Tribunal de Cuentas (TC) detectó posibles sobreprecios en las obras para restaurar la fachada de Casa de Gobierno. Al mes siguiente, Brito dejó su cargo, y comenzaron a surgir denuncias sobre presuntas irregularidades en la repartición. La fiscala Adriana Reinoso Cuello, que lleva adelante la investigación penal, aún no imputó delitos en el marco de esta causa. Según fuentes judiciales, este paso procesal depende de los informes que le envíen desde el TC y desde otras oficinas del Estado.

Brito fue el cuarto candidato en la lista que llevó a la Cámara a los alperovichistas Cortalezzi, Guillermo Gassenbauer y Graciela Suárez de Cano (esposa del concejal capitalino Ramón Santiago Cano). En el PJ tienen la esperanza de que renuncie y su lugar sea ocupado por Loza, director del Registro Civil. La siguiente es Nelly Ganim, interventora del Subsidio de Salud.

Por lo pronto, en el parlamento, la banca de Cortalezzi quedó vacía. Y, según fuentes del alperovichismo, así quedará mientras Brito no conteste qué hará de su futuro.