CARACAS.- Durante los tres meses de campaña electoral de Venezuela, el presidente Hugo Chávez ha aparecido ocho veces más tiempo en televisión que su rival opositor, ha acelerado sus planes sociales y ha entregado más viviendas que nunca. La campaña para las elecciones del 7 de octubre en Venezuela es una lucha desigual, donde el socialista Chávez ha alternado con habilidad su rol de presidente con el de candidato creando una delgada línea que dice respetar pero cruza constantemente. El poder de fuego en estos comicios es clave, porque por primera vez desde que asumió el poder en 1999 enfrenta a un candidato único de la oposición, el gobernador Henrique Capriles, justo cuando tuvo que bajar el ritmo de su campaña tras haber sido intervenido tres veces por un cáncer.
Chávez ha aparecido desde julio casi 80 horas en cadena nacional -retransmitida por 30 canales de TV y 750 radios- mientras Capriles, por ley, sólo cuenta con tres minutos garantizados al día.
Si el candidato opositor hubiera querido igualar el tiempo al aire total de Chávez, hubiera tenido que pagar U$S 60 millones, según los precios de horario estelar, un valor que triplica el costo normal de toda una campaña en Venezuela. Capriles se benefició de la cobertura que hizo de sus actos diarios la cadena de TV opositora Globovisión, pero la diferencia con el presidente es notoria.
"Las campañas electorales son frágiles desde el punto de vista de su consistencia democrática", aseguró Vicente Díaz, el único de los cinco rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) de tendencia opositora. "Uno va en una pista de 100 metros planos con patines y el otro en una maratón con obstáculos y en subida", agregó. Un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello reveló que en ocho de cada 10 cadenas, Chávez promueve su candidatura y desacredita a su rival, violando la ley. Hasta ahora la oposición presentó 83 denuncias por excesos televisivos del presidente y la promoción de su candidatura en dependencias oficiales, recibiendo una tibia reacción del árbitro electoral, el CNE. (Reuters)