Clase media es una definición no solamente económica, sino también cultural y social. Puede partir de un nivel de ingresos, pero también está vinculado con la educación y la formación de sus integrantes. En la Argentina, cerca del 70% de las familias se considera de ese estrato social, señala a LA GACETA Susana Nuti, presidenta de la Fundación Mercado.

Según la especialista, actualmente la clase media es muy dinámica. "Es la quiere generar emprendimientos, que tiene ansias de superación constante, con una amplia movilidad social, que demanda un conjunto importante de servicios", puntualiza.

Nuti observa que si se lo observa desde un punto de vista fiscal, la clase media argentina es la que tiene menos posibilidades de evadir, porque son muy claros sus parámetros de fiscalización. "Es la familia que paga y sufre los efectos del ajuste y la que está más anclada, sin poder hacer demasiado para sostener su nivel de ahorro", indica la experta. En este aspecto, agrega que las tasas de intereses por sus plazos fijos tiene tendencia negativa. "Por eso, en muchos casos, no saben qué hacer con el dinero que atesoran", afirma.

Los miembros de las familias de los estratos medios son profesionales, emprendedores por naturaleza y con tendencia hacia la formación continua. Es lo que el Gobierno nacional considera el votante medio, ese que le resulta esquivo a la hora de aprobar sus proyectos de gestión porque no reciben subsidios ni otras ayudas sociales oficiales.

Sus metas
La presidenta de la Fundación Mercado señala que hay tres parámetros que los miembros de una familia de clase media siguen con mayor atención: la evolución de los precios, las fluctuaciones del dólar y el nivel de empleo.

"Persiste en los distintos aglomerados medidos (uno de ellos es el tucumano) una sensación de incertidumbre acerca del futuro del empleo. Evidentemente hay indicadores que llevan a esa percepción", puntualiza, en referencia a los efectos del estancamiento económico de la Argentina en distintos puntos del país.