BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández sostuvo anoche que las restricciones impuestas por su gobierno al ingreso de productos desde el exterior protegen "el trabajo y la industria nacional". "Las tan mentadas restricciones a las importaciones son un mito urbano", expresó la jefa de Estado durante la cena organizada por el Día de la Industria, en el predio donde está montada la muestra "Tecnópolis". En un discurso que fue difundido por la Cadena Nacional, Cristina criticó en tanto los límites que Estados Unidos impuso a productos argentinos, entre ellos alimentos y cítricos. Afirmó que ante una eventual "batalla comercial con las principales economías del mundo, Argentina seguirá protegiendo el trabajo y la industria nacional contra viento y marea".

Por su parte, señaló que los controles fijados a la compra de moneda extranjera y el nuevo régimen impositivo establecido a las compras que los ciudadanos realizan en el extranjero tienen como objetivo "obtener los dólares" necesarios para "pagar las importaciones y, al mismo tiempo, la deuda" externa. Además, defendió ante el sector industrial el actual tipo de cambio "flotante y controlado" que, según dijo, "no está retrasado y ha permitido tener crecimiento" económico. Además, anunció que su propuesta respecto de la ley de Accidentes de Trabajo es "actualizar los montos indemnizatorios de los accidentes de trabajo y que se resuelva en cada reunión del Consejo del Salario, y eliminar el mecanismo de la doble vía, para terminar con la litigiosidad, porque la parte del león se la quedan los estudios jurídicos".

Los titulares de las cámaras del sector industrial se mostraron en buena sintonía con la Presidenta y aplaudieron en varios pasajes de su discurso. En la mesa principal acompañaron a la jefa de Estado el titular UIA, José De Mendiguren; su antecesor, Juan Carlos Lascurain; el titular de CAME, Osvaldo Cornide, y los ministros Hernán Lorenzino (Economia), Débora Giorgi (Industria) y Julio De Vido (Planificacion). También estuvo Jorge Castillo de la feria La Salada, cuya presencia había generado malestar en sectores de la UIA; ocupó una de las mesas secundarias

El evento reunió a más de 1.900 comensales y cada uno tuvo que abonar $ 1.000 el cubierto. Ahí degustaron un menú que incluyó como entrada confit de salmón con aceite de berro y rúcula, un plato principal de cordero patagónico con papas y de postre pavlova con frutos rojos, todo ello acompañado por vino malbec. (DPA-NA)