Uno de los 37 puentes de París rinde homenaje a la batalla del río Alma, durante la Guerra de Crimea. Sin embargo, el túnel cercano -del mismo nombre- cobró su más triste fama el 31 de agosto de 1997. La noche anterior, Lady Di y su pareja, Dodi Al-Fayed, escaparon una vez más del hotel Ritz a las apuradas, en medio de la oscuridad, tal como en un cuento de hadas. Subieron a la limusina y partieron a toda velocidad, perseguidos por una nube de paparazzi en motos. No llegaron a cruzar el Sena. El túnel del Alma se los tragó para siempre. Murieron en el acto Al-Fayed y el chofer. La princesa, en el hospital Pitié-Salpêtrière.

Los días siguientes, en Londres se agotaron las flores. Todas iban a apilarse a las rejas del Palacio de Buckingham. Las llevaba gente acongojada de todas las clases.

Entonces nació el mito de Diana de Gales, que superó al rol de la primera esposa de Carlos de Inglaterra. Y se instaló en la memoria de los británicos y del mundo. La proyectaron su decidida acción benéfica y el hecho de haber modernizado -y humanizado- la alicaída monarquía británica.

Sin duda, el mayor título que obtuvo fue el de "Princesa del pueblo", por su cercanía con la gente y por su afán de mantener siempre a sus hijos en contacto con la realidad, más allá de la vida de palacio.

A los 36
Hubiese cumplido 51 años el 1 de julio, pero murió a los 36. El aniversario devuelve sus luces y sus sombras. Y cada tanto se reavivan las teorías de conspiración que no descartaron intereses de la familia real británica.

La Justicia francesa concluyó, en 1999, que la princesa había sido víctima del siniestro, sin más culpables. En 2004 se abrió la primera investigación oficial británica y descartó la conspiración. Pese a ello, las sospechas impulsaron al padre de Dodi, Mohamed Al-Fayed, a investigar: en 2007 demandó a un exjefe de Scotland Yard, acusándolo de haber ocultado indicios de un complot. A mediados de 2008 una investigación judicial descartó el asesinato y así terminó la batalla jurídica.

Preguntas sin respuesta
¿Diana estaba embarazada? ¿Huían de los papparazi? ¿Por qué no llevaban colocado el cinturón de seguridad? En cualquier caso, su muerte fue además un hito informativo: dos millones de personas presenciaron el cortejo fúnebre por las calles de Londres y el funeral en la abadía de Westminster, el 6 de septiembre, fue retransmitido en todo el mundo.

Muchos han sido los cambios que, tras su muerte, tuvieron lugar en la Casa Real británica. Su exmarido, el príncipe Carlos, se casó en 2005 con Camila Parker Bowles. William, el hijo mayor, se casó con Kate Middleton, y le regaló el anillo de compromiso que había lucido Diana. Mientras tanto, Henry, el menor, se dedica a aparecer -vestido o desnudo- en toda clase de circunstancias.