Venganza, dulce y certera. Ese vuelve a ser el motor de la acción en "Los indestructibles 2", ese "séptimo regimiento" de estrellas de acción que comanda Sylvester Stallone. En esta segunda entrega, aparecen caras de las cuales hace años (literalmente) no se tenía noticias, como Chuck Norris y Jean-Claude Van Damme, más la sobredosis de masa muscular que ya se vio en la primera parte, con Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis Jason Statham, Jet Li, Randy Couture, Dolph Lundgren y Terry Crews. Todas estrellas ya consagradas en el género, que entienden esto como una lucrativa oportunidad de pasar un buen rato con amigos, divertirse rodando en países como Bulgaria (donde se filmó la mayor parte de esta historia) y tomarse el pelo a sí mismos. O más bien, a los iconos que ellos supieron imponer en los 80 y 90.
En esta oportunidad, Stallone escribió el guión pero, a diferencia de la anterior, dejó la dirección en manos de Simon West. Según lo apuntado por algunos críticos esto le dio más ritmo y consistencia a la narración, que de todas formas tiene un argumento muy simple. Mr. Church (Bruce Willis) reúne a "Los indestructibles", un grupo paramilitar formado por los profesionales más calificados en operaciones especiales, para lo que debería ser un trabajo fácil. Pero la brutal muerte de Tool (Mickey Rourke) provocará que sus compañeros decidan tomar venganza por mano propia.
La joven y hermosa hija de Tool, Maggie (Nan Yu) también quiere que corra sangre. Sin embargo, todo se complica cuando ella es capturada por un despiadado dictador ("Jean Vilain", el malo que interpreta Van Damme), que planea destruir un movimiento de resistencia. Los indestructibles deben entonces arriesgar todo para salvar a Maggie y al mundo entero de las locuras del dictador.