Durante la mañana, se lo vio con molestias. Sentía fuertes dolores, por lo que hubo que llamar al servicio de emergencias. Luego que lo medicaron, comenzó el juicio. Así fue la mañana de Víctor Rivero, uno de los acusados en el juicio por la desaparición de Marita Verón. A la tarde, fue internado por cólicos renales, y la audiencia tuvo que ser suspendida.

El imputado se había negado a la mañana a ser trasladado a un centro médico. "No quiero que se interrumpa el juicio", dijo, durante el cuarto intermedio. Contó que estaba eliminando por orina unos cálculos en los riñones, y que los dolores eran intensos.

Al llegar la jornada de la tarde, tanto el abogado Cergio Morfil, como la hermana del acusado, María Jesús Rivero, le contaron a la secretaria de la sala Norma Díaz Volachec, que el hombre estaba siendo atendido en el hospital Carrillo, de Yerba Buena, por los fuertes dolores. Díaz Volachec se comunicó con la médica Marta Figueroa.

"Me dijo que está con cólicos renales. Aparentemente está eliminando el cálculo que tiene en el riñón izquierdo, que en 24 horas podría ceder, y que es un dolor muy agudo", describió la secretaria.

Morfil pidió que el juicio no se suspenda. "Hagamos una ficción. En lugar de estar en una sala contigua, digamos que está en un hospital contiguo", ironizó, y expresó que renunciaba a cualquier nulidad que pudiera presentar porque su defendido no estaba presente.

Todos los abogados adhirieron al planteo del abogado, y renunciaron a su vez a realizar algún planteo posterior. Sin embargo, luego de deliberar, los jueces les dijeron que el Código Procesal Penal les prohibe tomar otra determinación que no sea la de suspender la audiencia. Hoy a las 18, cumplidas las 24 horas recomendadas, retomará la audiencia.