BUENOS AIRES.- Por una norma de la década del 90, pero modificada el año pasado, la AFIP controla las compras superiores a $ 1.000 en los supermercados. Las operaciones que superan este monto obligan al comercio a consignar los datos del comprador y éstos quedan a disposición de los inspectores de la AFIP, informó hoy el diario "Clarín".

La resolución no es nueva y data del 1998, cuando Carlos Menem era presidente y Roque Fernández ministro de Economía. En ese momento el límite era de $ 250. El tope fue modificado por última vez el año pasado con la Resolución 3.115/2011 de la AFIP que llevó el límite de compra tipo "consumidor final" (no registrable) a $ 1.000, consignó "La Nación".

Para no incomodar al cliente, las cadenas de supermercados optan por emitir dos tickets y dividir la compra. "Lo del corte de ticket es absolutamente cierto, las cadenas tratan de evitar conflictos con el cliente y entonces ordenan a sus empleados que corten cuando la cuenta va por los $ 950", dijo el gerente de una de las principales compañías proveedoras. La fuente agregó que la práctica se volvió habitual ya que los carritos superan los $ 1.000 antes de quedar llenos.

La Cámara de Comercio y la Asociación de Supermercados (ASU) pidieron a la AFIP elevar el techo de compras de ticket de consumidor final. Los reclamos fueron hechos en 2010 y a mediados del año pasado, pero el tope no fue modificado. (Clarin – La Nación)