"Es lamentable que me hayan estado investigando, perdiendo el tiempo", dijo Daniel Horacio Verón, y negó que su hermana, María de los Ángeles "Marita" Verón, haya estado en la provincia de Santa Cruz durante estos años.
El hombre, de 35 años, vive desde 2000 en Río Gallegos, y ayer declaró en el juicio que se sigue contra 13 personas por privación ilegítima de la libertad y promoción de la prostitución de Marita, que desapareció el 3 de abril de 2002.
"El 6 de abril me llamó mi papá y me contó que mi hermana no aparecía. No me habían dicho nada para no preocuparme", comentó Horacio. Como no había novedades, a los 15 días tomó un vuelo y se sumó a la búsqueda.
En el auto de su padre, Daniel Verón, el muchacho recorrió casi toda la ciudad, buscando a su hermana. También estuvo en los cañaverales de El Chañar, cuando unos menores habían dicho que vieron a una joven por la zona. "Andábamos todo el día pegando afiches. En los semáforos dejamos folletitos", relató Horacio.
Operativos
El hermano de Marita no se mostró conforme con la actuación policial en los primeros días de la búsqueda. "La Policía no había dado una respuesta desde un principio. Nos decían que no tenían nafta para los patrulleros. Un comisario, creo que Brito, había ido a mi casa y pedía $1.500 o $2.000 para moverse y buscar a mi hermana", dijo.
En agosto, Horacio volvió al sur. Estaba permanentemente en contacto con sus padres, hasta que un día la Policía golpeó la puerta de su departamento y la casa de sus suegros. "En ese momento no me quisieron dar explicaciones. Después me entero que fue por un llamado telefónico de los millones que hice desde la desaparición de mi hermana", declaró el testigo.
Ayer, los abogados trataron de inmiscuirse en detalles de la vida de Marita y la relación con su familia. Pero como Horacio no veía a su hermana desde el 2000, aunque afirmó que hablaban seguido por teléfono, no pudieron ahondar demasiado.
"Mi mamá no quería que vuelva a Tucumán, porque tenía miedo de que corra peligro", contó Horacio. "Micaela (hija de Marita) siempre tiene la tristeza de no tener su madre a la par. Se crió en medio de la Policía, de denuncias, de amenazas. Admiro el carácter que tiene", manifestó.
"Mis padres vendieron todo. A veces no teníamos ni para tomar un café porque todo era para la nafta para buscar a mi hermana. Mi papá se vino abajo. Creo que se murió de tristeza. Mi mamá (Susana Trimarco) tiene un carácter muy fuerte, pero siempre está muy triste, hablando de mi hermana", consideró Horacio. Y fue tajante al decir que Marita no se escapó. "No se fue por voluntad propia. No tenía motivos para abandonar a su hija así", expresó.
Ella llegó sonriente
Irma Medina se mostró de buen humor
"La Mama Lili" no dejó de sonreír ante las cámaras, acompañada por policías de la Brigada Femenina. La mujer saludó con un gesto a todos los presentes, a diferencia de su detención anterior en marzo pasado, cuando insultó a periodistas.
Por la mañana, esposado
Gonzalo Gómez estuvo inquieto en la audiencia
"Chenguita", a diferencia de su madre, fue trasladado a la audiencia matutina con esposas. Con el rostro serio, se lo vio incómodo. A la tarde, ya distendido, tuvo sus manos libres.El hombre contó de los operativos en Santa Cruz y de los primeros días de búsqueda. La tristeza