El llamado corralito fue impuesto en 2001 con el fin de evitar la crisis pero no "alteraba" el valor del activo de depositantes, es decir, mantenía un peso igual a un dólar. Fue el Decreto N° 214/2002, de Reordenamiento del Sistema Financiero, el que dispuso que "quedan transformadas a pesos todas las obligaciones de dar sumas de dinero, de cualquier causa u origen -judiciales o extrajudiciales- expresadas en dólares estadounidenses u otras monedas extranjeras, existentes a la sanción de la Ley N° 25.561 y que no se encontrasen ya convertidas a Pesos" (artículo 1°).
A su vez por el artículo 2° de aquella norma, se estableció que "todos los depósitos en dólares estadounidenses u otras monedas extranjeras existentes en el sistema financiero, serán convertidos a Pesos a razón de $ 1,40 por cada dólar, o su equivalente en otra moneda extranjera. La entidad financiera cumplirá con su obligación devolviendo Pesos a la relación indicada".
Así nació la llamada pesificación asimétrica y los Boden 2012, que se emitieron a principios de 2002, para ser entregados a quienes tenían depósitos originalmente realizados en moneda extranjera, a un plazo de 10 años y seis meses, y amortizables en ocho cuotas anuales.
El Gobierno actual, estableció que el último pago se llevará a cabo a través del Tesoro con fondos provenientes del Fondo de Desendeudamiento Argentino y se realizará este 3 de agosto e insumirá U$S 2.198 millones en capital y U$S 9 millones en intereses.
El título estrella de la confiscación, Boden 2012 (recordar que el dólar por ese entonces, marzo de 2002, cotizaba a $ 2,20 aproximadamente para la venta en el mercado oficial y en franca suba que llegó hasta los casi $ 3,60 en mayo de aquel año), no sea tan representativo de aquellos ahorristas que, cacerolas en mano, golpeaban en las puertas de los bancos para recuperar sus dólares.
Obviamente que la gran mayoría debió desprenderse de los Boden para recuperar algo sus ahorros por necesidades inmediatas, en tanto otros, continúan litigando por la diferencia en los estrados judiciales. Es por ello que son pocos los argentinos que esperaron a cobrar cada cuota.
De acuerdo con los datos oficiales a mayo de 2012, los mayores tenedores del Boden 2012 eran el Capital International Fund, MFS Investment, Black Rock, Capital World Investment, entre otros fondos de inversión.
Si bien es positivo siempre honrar las deudas, no es menos cierto que frente a las dificultades en el actual mercado de cambios, hubiera sido también honroso refinanciar el capital, abonando los intereses, de manera de aprovechar las ventajosas tasas bajas en el mundo y destinar los U$S 2.000 millones para reforzar la inversión, por ejemplo la energética o la obra pública para apuntalar la actividad económica en franca desaceleración.