Retornaron a casa con toda la gloria. Los chicos de la clase 99, del CEF 18, tuvieron una espectacular recepción cuando arribaron esta mañana a la Estación Terminal de Omnibus, donde fueron recibidos por numerosos familiares y amigos.

Con las medallas de oro, que lucían en sus cuellos, más las otras tres que ganaron en Pitea, Ostersund y Borlange, además de las copas, bajaron los chicos mostrando la cosecha realizada en su exitosa gira por Europa.

En Borlange, al campeón se le da un caballito de madera, que representa a la ciudad, y que sale muy caro. Pero de los trofeos, el que más resaltó fue la copa obtenida en la Gothia Cup (Copa del Mundo), en Gotemburgo, Suecia. Es la réplica de la que ganó España a nivel seleccionado en Sudafrica 2010. Y es la primera vez que la consigue el CEF 18. Los únicos equipos argentinos, que la pudieron lograr fue en 1994, Rosario Central y en el 2006, el equipo de la Liga Tucumana de Fútbol.

Tanto el coordinador Daniel Petrella, como los profesores Nicolás Ceccotti y Carlos Andrada, además de varias de las figuras, como el arquero Lautaro Herrera (Colón de Santa Fe) y el goleador Kevin Correa (Newell's, Boca y ahora el Cruzeiro de Brasil, se pelea por sus goles), fueron los protagonistas más entrevistados por medios televisivos como radiales, en pocas horas, desde que llegaron.

En la semana el Gobernador recibirá a los campeones, no sólo de esta categoría, la 99, que ganó en Seucia, sino también a la 2002, que fue subcampeón en la Donostia Cup, en San Sebastián.

Los campeones

Este es el plantel del campeón: Lautaro Herrera, Alberto Pujol del Monte, Fabricio Guzmán, Yamil Andole, Emiliano Núñez Barrientos, Braian Jiménez, Oscar Salomón, Kevin Correa, José Suasnabar,Tomas Daruich, Tomas Ledesma, Franco Nieva, Franco Pérez Cañizo, Julian Cautiva, Martín  Ferraro, Franco Pastrana, Leandro Ortiz, Juan Carlos González y Benjamín de León. 

Una nota especial

Emiliano Siciliani es un estudiante de periodismo que jugó en el CEF 18 e integró el plantel de la Liga Tucumana, campeón en Suecia en 2006, y escribió esta nota:

Recién llegado de Suecia, e instalado por unos días en la capital de nuestro país, me tocó desayunar con una de las noticias mas lindas de los últimos tiempos en el ámbito futbolistico. El CEF 18, el club que me dio todo como jugador, y sobre todo como persona, se consagró campeón de la Gothia Cup, el torneo de clubes mas prestigioso a nivel mundial. Ese torneo que todos desean poder ganar, ese torneo perfecto donde vivís experiencias que difícilmente se repetirán  en tu vida, desde la magnifica y extraordinaria inauguración, ante mas de 50.000 personas, pasando en el medio por cientos de cosas que te llenan el alma, te abren la mente y te enseñan a hacer mejores personas cada día, hasta esa final que muy pocos tienen la posibilidad de jugarla y son muchos menos los que pueden lograr ganar "el partido de sus vidas". Esta sensación seguramente la vivieron los pibes del CEF 18 que se rompieron el alma para llegar hasta donde llegaron, jugando mas de 40 partidos en 20 días, comiendo cosas que tal vez no estamos acostumbrados, el horario que te mata, los viajes agotadores y miles de cosas mas que no me alcanzaría el tiempo para ennumerarlas, pero sin embargo, ese corazón guerrero que tenemos los tucumanos (deportivamente hablando) pudieron mas que todo estos factores desgastantes, y hoy me toca decir que la copa se volvió a Tucumán por segunda vez. 

Haciendo un pequeño punto aparte no me quiero olvidar de mis compañeros, cuerpo técnico, y todos los que estuvieron presente en el año 2006, cuando nos tocó ganarla  por primera vez y traerla al Jardín de la República con el seleccionado de la Liga Tucumana.

Espero que esto sirva de puntapié para que muchos abran sus mentes y digan presentes, aquí estamos, queremos colaborar con el fútbol infantil que tantas satisfacciones nos da.

Para terminar, quiero  felicitar a toda la delegación que viajó este año, a los pibes que se comportaron de maravillas, al equipo campeón y, sobre todo, a ese hermoso grupo humano, mejor dicho, a esa familia como es la del CEF 18, que son extraordinarios y que sin la enseñanza que ellos te dan este sueño nunca se podría haber hecho realidad. 

Levanto las copas y grito a los cuatro vientos: ¡Salud campeones!