María Soledad, de 35 años, casada y madre de tres hijas, llegó muy preocupada al consultorio de la dermatóloga. "Doctora, no sé que me pasa, pero de golpe comencé a perder el pelo. Mire -le dijo y le mostró las zonas más afectadas-, estoy quedando pelada en la nuca, detrás de las orejas, en las entradas de la frente... Y no sólo pierdo pelo al lavarme la cabeza, sino también durante la noche. ¡Mi almohada es un horror todas las mañanas!"

Después de una minuciosa exploración, la doctora Silvana Depetris le dijo: "te voy a pedir unos análisis. Pero quedate tranquila, que esto tiene solución ¿Tenés algún problema? ¿Estás pasando por alguna situación especial en lo emocional, económico, laboral? Te noto muy ansiosa, inquieta y nerviosa". María Soledad le respondió que vivía muy bien, con su esposo y sus hijas, pero le advirtió que estaba con apoyo psicológico porque hacía un par de años que venía sufriendo ataques de pánico.

"¡Ah!, ese problemita y el estrés seguramente son la causa de tu caída de pelo. Te daré algunas vitaminas, especialmente la D, lociones y otros fármacos. Pero calmate. No te desesperés. Ya verás cómo te crece de nuevo el cabello".

Dicho y hecho. Al cabo de unas semanas de iniciado el tratamiento, María Soledad dejó de perder pelo, y poco más adelante comenzó a recuperar su cabellera. "Ahora me siento tranquila: evidentemente mi caída de pelo se debía al estrés", comentó a LA GACETA.

Consulta común
Este no es un caso aislado. Los dermatólogos reciben a diario consultas por caída del cabello. Según un estudio realizado en nuestro país por una empresa abocada a la salud y la belleza capilar, el 70% de los argentinos padece caída de cabello por estrés, aunque no todos se dan cuenta. La investigación también concluyó que cuestiones como la mala alimentación y los problemas hormonales -por ejemplo- generan el 16 % y el 9 %, respectivamente, de los casos de caída de cabello, mientras que la herencia genética tiene el 5 % de la responsabilidad en este problema.

Durante los tres meses que duró el trabajo se recibieron miles de inquietudes en todos los centros de consulta de la empresa que lanzó la iniciativa. En el centro técnico de Palermo, en Buenos Aires, por ejemplo, el sondeo se realizó en forma personalizada. Otras consultas se recibieron por teléfono o por correo electrónico en la dirección informacion@biferdil.com. "En el centro de Palermo se atienden unas 170 personas por mes, y cada vez son más las que consultan por pérdida de pelo. En los últimos cinco años aumentaron un 43 % las consultas y, si bien existen productos de uso externo para postergar la pérdida del pelo, las verdaderas causas de esta problemática van por dentro", señala el informe.

Trastorno silencioso
"Dejando de lado la alopecia producida por enfermedades o por drogas (quimioterapia, por ejemplo), la principal causa de esta problemática suele ser el estrés, propio de la vorágine de la vida cotidiana. El estrés es un trastorno silencioso que ocasiona distintos males. Los síntomas de quienes lo sufren indican que esas personas están tratando de luchar con un tensor; pueden incluir múltiples reacciones fisiológicas, emocionales y de comportamiento", aseguró la doctora Lina De Giglio.

Desequilibrio químico
El estrés también produce un desequilibrio químico que afecta en forma adversa al sistema inmunológico. Por consiguiente, la persona demasiado tensa es más susceptible a las enfermedades y sufre con más intensidad los problemas de salud que ya tiene. Además de la caída del pelo, otros indicadores del estrés pueden ser aceleración del ritmo cardíaco, aumento de la presión sanguínea, dilatación de la pupila, aumento del ritmo de la respiración e incremento de la transpiración. "Los hombres, en particular, responden con más intensidad al estrés mental y corren más riesgo de que sus vasos sanguíneos se obstruyan, lo que eleva el peligro de que sufran ataques cardíacos y apoplejía", precisó De Giglio.

La caída de cabello afecta a personas de cualquier edad y de ambos sexos. Sin embargo, hasta hace pocos años era un tema de hombres, quienes históricamente han sufrido calvicie, especialmente a partir de los 40 años.

"De un tiempo a esta parte, la caída de cabello se convirtió también en un tema femenino. En los últimos años las mujeres se atreven a confesar que se les cae el pelo y buscan una solución abiertamente, por ejemplo, llamando a una línea telefónica sobre cuidados capilares o asistiendo a lugares en los que se les realiza un diagnóstico capilar y se les recomienda un tratamiento", cuenta Nora Colazo, encargada de la línea 0800-CABELLO.

Abanico de terapias
"Muy poca gente sabe realmente cuál es el origen de la caída de su pelo. Muchos buscan soluciones mágicas en productos cosméticos, sin saber que las soluciones universales no existen y que la belleza capilar comienza con la salud. La caída del pelo obedece a diferentes causas y existen soluciones, tratamientos y productos para cada tipo de problema. Para combatir la caída de cabello hay que empezar por consultar al dermatólogo", subraya María Marta Allende, gerente de marketing de la empresa que realizó el estudio en la Argentina.