Más de 10.000 peregrinos llegados de unos 120 países se despidieron de Dublín (Irlanda) tras participar del 50° Congreso Internacional Eucarístico. Un grupo de tucumanos, encabezados por el padre Miguel Alderete Garrido-flamante delegado de Peregrinaciones del Arzobispado-, asistieron al encuentro, que duró una semana y terminó el domingo pasado con una misa de clausura oficiada por el papa Benedicto XVI.
Su Santidad habló de la importancia del Concilio Vaticano II, de cuyo inicio se cumplen 50 años. Destacó que estaba orientado a superar el cristianismo como hábito y a redescubrir la fe como una amistad personal profunda con la bondad de Jesucristo.
También recordó que la Iglesia se prepara para celebrar el Año de la Fe (que comenzará en octubre) y para rescatar lo mejor del Concilio de 1962. "Un acontecimiento que puso en marcha la más amplia renovación del rito romano que jamás se haya conocido", apuntó.
Nueva evangelización
"La delegación de las Peregrinaciones Arquidiocesanas dentro de la Pastoral de Turismo de Tucumán es una herramienta de la nueva evangelización", explicó el padre Alderete Garrido. "He visto a Jesús Sacramentado caminando por las calles de la limpia y cuidada ciudad de Dublín, entre el fervor apacible del pueblo irlandés, profundamente creyente y de muy buen gusto para el canto y la música litúrgica", comentó vía e-mail a LA GACETA.
"Siete grandes salones alfombrados y climatizados están montados en un gran campo para alojar a los distintos expositores, talleres, teatro, debates de discusión y paneles. Esta experiencia será sin duda fundamental para sumarnos, desde la Pastoral de Turismo, a la preparación del Congreso Nacional del Bicentenario, a realizarse en Tucumán, cuna de la Nación Argentina. Los argentinos queremos ser Nación, reconociendo el valor de la historia que nos ha marcado", enfatizó el sacerdote.