Habrá sonado un poco exagerado. Pero la "Pellimanía" finalmente se instaló esta semana en Tucumán: a la evidencia la aportaron aquellos tucumanos (y no sólo) de las más diversas edades, oficios y clases sociales que ayer no esquivaron el madrugón, ansiosos por hacerse con la invitación para la charla de César Pelli, arquitecto tucumano y universal que disertará mañana en Tucumán en el marco de los festejos por el centenario de LA GACETA.
A las 6.30 llegaron los primeros, con ojeras pero con sonrisas; a las 9 comenzó la entrega de invitaciones; y a las 9.30 ya se habían agotado las 600 localidades disponibles para poder acceder a la charla del creador de las famosas torres Petronas de Kuala Lumpur, Malasia (entre otras obras insignia que nacen en el taller de Pelli and Clarke, en New Haven, muy cerca de Manhattan).
Los testimonios de los madrugadores convalidaban la expectativa que genera la presencia de Pelli en su Tucumán natal, por una invitación de LA GACETA. "Imaginate, yo ya soy arquitecta. En la Facultad crecimos viendo la obra de Pelli y hablando de él. Pero nunca en 10 años, que yo recuerde, había venido a Tucumán. ¡Esta ocasión bien merecía el madrugón¡, afirmó Natalia, mientras guardaba dos invitaciones- una para ella, otra para su socia- en su cartera.
Aquellos que se quedaron sin invitación podrán seguir la conferencia en vivo por el canal de cable CCC. El viernes, en tanto, podrán acceder a la conferencia completa, en formato video, por LA GACETA en internet.
Honoris Causa
La Universidad Nacional de Córdoba (UNC) que está cumpliendo 400 años, aprovechó esta estancia de Pelli en la Argentina que ha organizado LA GACETA. Ayer, el creador del World Financial Center, de la ampliación del Modern Art Museum (MOMA) de Nueva York, de las torres República y Repsol en Buenos Aires, de la ampliación del Carnegie Hall (y la lista continúa) recibió el doctorado Honoris Causa de la UNC. A su paso por la provincia mediterránea, un jocoso Pelli acercó reflexiones que pueden sorprender, en una entrevista que publicó el diario La voz del interior: por ejemplo, el creador de las Torres Petronas (452 metros que hasta 2003 las ubicaron como las más altas del mundo) confesó que prefiere las casas con jardín a los edificios de altura. Y que nunca construiría un barrio cerrado, porque "hacen mucho daño a la cohesión social".
Mañana, en su ciudad natal, el tucumano que fue dos veces decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Yale les contará a sus comprovincianos que para llegar tan alto hace falta "un 90 % de transpiración y un 10% de inspiración".