SANTA FE.- Si bien lo suyo, más allá de anhelar con formar parte del club de los cuatro era sumar en pos de no renegar en el futuro con el descenso. Esa era la apuesta real de un Patronato convertido en verdugo de todos los aspirantes a la corona de campeón y de los ascensos a la máxima categoría. Ayer fue el turno de Central, que también la pasó mal. Y eso que la reunión entre rosarinos y paranaenses fue en la casa de Colón, por una cuestión económica. Así y todo, lejos de su siempre complicado presente, Patronato hizo lo que acostumbra contra los cucos de la divisional y le sacó la sonrisa al "canalla". Y la cima del torneo, que podría haber retomado si lo derrotaba.
Sin embargo, y después de ratos de mucho palo y palo y de una conquista bien anulada al chileno Monje por fuera de juego, la hecatombe se aferró a la determinación de Central de hacerse dueño del primer lugar de la grilla. Centro esquinado y cabezazo de un ex "santo", Gabriel Bustos, para el 1-0 del dueño de casa. Como pudo, y con todo, Central intentó empatar; no lo consiguió, y eso que Méndez estrelló casi en tiempo de descuento un tiro libre en el travesaño, con un Bértoli vencido. Final del partido y sentencia de un Patronato verdugo, asesino de candidatos. Hoy, los de Paraná son los mejores amigos de un River que el domingo sangró para vencer a Boca Unidos en el Monumental. Y como hoy Patronato es el mejor amigo del "millonario", el sábado será su enemigo, también en Colón.
Pensar que se dijo que el torneo estaba hecho. Error, hasta Quilmes sueña hoy. Y River, si los astros se alinean, podría subir el mismo sábado. (Especial)