BUENOS AIRES.- La carrera profesional de Carlos Loisaeau estuvo plagada de grandes obras y trabajos exitosos que lo catapultaron como uno de los más grandes dibujantes y humoristas de la historia de nuestro país.
Utilizando las primeras dos letras de su nombre y las tres primeras de su apellido para conformar un pseudónimo, Caloi logró cautivar, emocionar y hacer reír a generaciones.
Sus primeras obras fueron publicadas en la revista “Tía Vicenta”, en 1966. Luego participó en “María Belén” con su tira “Artista, Flor, Ejecutivo”, y en 1970 publicó un cortometraje de dibujos animados al que llamó “Las Invasiones Inglesas”. Desde el año 1968 es colaborador en el diario Clarín, ilustrando con sus dibujos las diferentes secciones del periódico.
Museos argentinos, de Estados Unidos, Suiza, Francia e Italia exhiben obras originales y reproducciones de su autoría en forma permanente.
Su personaje más reconocido es Clemente, una simpática caricatura sin brazos que en sus principios acompañaba a Bartolo en un tranvía. Sus aventuras lo llevaron a ganar protagonismo y en noviembre de 2006 se inauguró el “monumento a Clemente”, en la localidad de Adrogué, donde Caloi vivió sus últimos años.
El 10 de marzo de 2009 lo nombraron Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires, en una emotiva ceremonia que se llevó a cabo en el Salón Dorado de la Legislatura. La Gaceta ©