Por Walter Schmidt - Columnista de DYN

BUENOS AIRES.- La expropiación de YPF, que ocupó gran parte del escenario político en los últimos días, opacó dos temas que, en otro momento, hubieran tenido gran trascendencia: la continuidad en el corto plazo de Hugo Moyano en la CGT y la posible permanencia después del 2015 de Cristina Fernández en la primera magistratura.
Desde el sector menos esperado, como es el caso de la Asociación Madres de Plaza de Mayo de Hebe de Bonafini, se escuchó un planteo que el kirchnerismo había soslayado: "no creo que tenga que seguir Cristina" en 2015. Más aún, dijo que hay mucha "gente piola" en el oficialismo que "pueden ser presidentes".
Por primera vez, desde el riñón del kirchnerismo, las Madres pusieron el acento a la necesidad de oxigenar la conducción del espacio y, por ende, no avanzar con la reforma constitucional que el oficialismo ostentó a principio de año y que el propio Amado Boudou blanqueó luego a la prensa.
En los últimos días, ultrakirchneristas tales como Luis D'Elía, Edgardo Depetri y Eduardo Sigal comenzaron a hablar nuevamente de la necesidad de una reforma constitucional. Pero se ocuparon de dejar en claro que la iniciativa tenía que ver con la búsqueda, en realidad, de políticas de Estado pero que la cláusula de la reelección no pretendía ser abordada.
El debate sindical va mas allá. Mientras el camionero Hugo Moyano sigue buscando adeptos para sostener su continuidad que deberá lograr en el congreso sindical del 12 de julio, otros dirigentes, aliados al kirchnerismo, parecen autopostularse como los nuevos referentes gremiales del gobierno de Cristina Fernández.

Los kirchneristas
Hugo Yasky, titular de la CTA porque el Gobierno nacional así lo dispuso luego de polémicas elecciones internas donde su rival, Pablo Micheli, dice que fue él ganó en realidad, dio ayer un paso hacia la ocupación de ese sitial "K".
Rodeado por el referente de "La Cámpora" Andrés "Cuervo" Larroque, de las Madres de Plaza de Mayo, de aliados kirchneristas como Martín Sabatella y de un ultrakirchnerista como Depetri, Yasky no dudo en trazar un paralelo entre Perón y el matrimonio Kirchner. No sólo eso, sino que exclamó que "el kirchnerismo va a conducir la liberación de los trabajadores mas allá de 2015".
Está claro que luego de que Moyano se pasara a la vereda de enfrente queda un espacio vacío que distintos dirigentes buscarán llenar. Yasky se convirtió en uno de ellos. Tal vez con el deseo de que se concrete lo que Néstor Kirchner intentó en vano en sus primeros años de gobierno con la transversalidad, queriendo establecer una alianza con Víctor de Gennaro (entonces era la CTA) en detrimento de Moyano.
El tanto el Jefe de la CGT no sólo se acercó al ex Peronismo Federal en busca de apoyo; ya lo obtuvo de un otrora opositor, Gerónimo "Momo" Venegas. A ello se suman los contactos que el camionero viene manteniendo con Pablo Micheli y, en las últimas horas, con una propuesta del delegado del Ferrocarril Sarmiento Rubén "Pollo" Sobrero: "hagamos una huelga general por la eliminación del impuesto a las ganancias".
Después del tratamiento de la expropiación de YPF, el foco político tendrá nuevas aristas. (NA)