Reconocen que llegaron a La Rioja por su propia voluntad, a cumplir lo que se conoce como "plaza". Durante poco más de un mes, trabajaron en el prostíbulo "Candy", que era regenteado, según su declaración, por Gonzalo Gómez y su esposa. Juana y Verónica son dos jóvenes oriundas de Concepción. En 2003, dicen que vieron a una chica en el "Candy", conocida como "Mariela", parecida a la mujer que está en una de las fotos del expediente, y que sería Marita Verón.

Las dos mujeres están citadas para declarar hoy en el juicio oral y público que se sigue contra 13 personas por la privación ilegítima de la libertad y la promoción de la prostitución de Marita. Durante la instrucción, habían dicho que a "Mariela" no la dejaban hablar con las otras chicas, pero que en una oportunidad, cuando se cambiaron de ropa en una pieza, esa joven de tonada tucumana les contó que tenía una hija que no estaba con ella, y un bebé de seis meses.

El remisero

Estas testigos, además de ubicar a Marita en los prostíbulos de La Rioja, comprometieron con su declaración al imputado Alejandro González, la ex pareja de Daniela Milhein. Las mujeres dijeron que un hombre se encargaba de trasladarlas, cada vez que tenían que salir a la calle, en La Rioja.

"No sé el nombre, pero una vez escuché que le dijeron Alejandro", contó Juana en la fiscalía de Instrucción. Cuando vieron una foto de González, Juana y Verónica lo reconocieron como el remisero.

Los abogados defensores cuestionan el relato de las mujeres, ya que consideran que fue inducido por el comisario Jorge Tobar. Sucede que en el voluminoso expediente consta la desgrabación de una conversación que Tobar, el principal investigador de la causa, tuvo con las testigos. En ella, según los defensores, el comisario les fue sugiriendo las respuestas que las mujeres luego dieron.