Susana Trimarco había contado la angustia y la desesperación que se apoderaron de ella cuando buscaba a Marita en medio de los cañaverales de El Chañar. Hasta allí habían llegado a mediados de mayo de 2002, tras una pista que ubicaba a la joven en la zona. Pero luego de tres días de intensos rastrillajes, volvió a su casa con las manos y el corazón vacíos.

Un supuesto llamado había informado a la Brigada de Investigaciones Norte que unos niños habían visto a una joven perdida en una zona conocida como Chañar Vía. Una comisión policial fue inmediatamente al lugar, y según consta en el expediente, entrevistaron a la mujer que había realizado el llamado: Gladys López.

Ayer, la mujer se sentó ante el tribunal en el juicio oral y público que se sigue contra 13 imputados por la privación de la libertad y promoción de la prostitución de Marita. López contó que una mañana, mientras tomaba mates con su marido y sus hijos se preparaban para ir a la escuela, un niño llegó a dejar su bicicleta, que se había pinchado. El menor le contó que había visto a una joven con trencitas, que jugaba con un palo, sentada a la vera de la ruta. Luego, comenzaron a circular los autos policiales por toda esa zona.

"Mis hijos me dijeron que en la escuela se comentaba algo de esto. Yo nunca la vi a la chica. Estuvieron buscándola por el lugar", dijo la testigo. Además, comentó que Trimarco y su esposo, DanielVerón, llegaron a su casa, y utilizaron una mesa para documentar lo que sucedía.

Sin embargo, la mujer desmintió que ella haya llamado a la Policía para informar que había una joven deambulando, como consta en el acta que elaboraron los policías. En la misma actuación figura que Emilio González, supuesto nieto de Gómez, había contado que la joven que estaba perdida le preguntó cómo se llamaba, porque ella buscaba a su hijo que lo había extraviado en la Maternidad. Cuando le mostraron una foto de Marita, ese niño se largó a llorar al reconocerla.

Pero Gómez dijo que tiene una sola nieta, y que tiene tres meses de edad. Eso motivó que el querellante, Carlos Garmendia, solicitara que se investigue a varios policías por esa situación, entre los que se encuentra el comisario Víctor Lisandro, a quien Trimarco había mencionado en su declaración como la persona que introdujo la pista falsa de El Chañar. Luego, ante la pregunta del abogado defensor Cergio Morfil, la testigo comentó que no vio a policías hablando con vecinos de la zona, para que declararan de determinada manera.

Así, una de las tantas líneas de investigación que hubo en la causa, fue traída al debate oral. Y al igual que hace 10 años, sólo trajo más dudas, aunque para los acusadores, trajo una certeza: fue una pista plantada para desviar la hipótesis de los prostíbulos de La Rioja.