Cuando uno pide la palabra, aprovecha para lanzar una ironía sobre la otra parte. Del otro lado de la sala, le responden con una chicana. Acusadores y defensores se cruzan permanentemente tratando de ser "creativos" a la hora de minimizar el planteo de la contraparte, y ya ligaron más de un reto de parte del presidente del tribunal, Alberto Piedrabuena.

El juicio por la desaparición de Marita Verón comenzó el 8 de febrero. Pasaron 28 jornadas, en las que declararon 30 de los más de 160 testigos previstos. Pero gran parte del tiempo fue consumido por los planteos y cruces de los letrados.

Los miembros del tribunal, Piedrabuena, Alberto Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, ya habían pedido en reiteradas oportunidades, en reuniones que se realizaron en la sala de deliberación de los jueces, que mayor celeridad en los interrogatorios y que cesen los cruces irónicos.

Planteos

Pero la situación no cambió. Las dos últimas jornadas se consumieron con los planteos de las defensas para que no se aceptaran declaraciones de testigos, que fueron rechazados por el tribunal luego de largos recesos.

Los abogados, al hacer referencia a los de la otra parte, se cambian los apellidos, o utilizan términos irrisorios. "Por favor señores, son agotadores", les dijo Piedrabuena el jueves a la tarde, al tratar de llamar al orden a los letrados.

Aunque no hay fecha definida para el dictado de la sentencia, lo seguro es que el juicio no se detendrá durante el receso invernal, y algunos ya arriesgan que por lo menos hasta septiembre se realizarán las audiencias. Por esto, el tribunal ya analiza agregar un día más a la semana para los debates.

Aún restan testimonios considerados importantes para las partes, como Simón Nieva, el único que involucró directamente a María Jesús y Víctor Rivero en la causa, las declaraciones de Anahí y Andrea D., dos mujeres que afirman haber visto a Marita en los prostíbulos de La Rioja, y del ex comisario Jorge Tobar, que investigó el caso.

u Poco para decir.- El jueves a la tarde declaró Teresa Santos. La mujer había denunciado en 2002 que su hija desapareció cuando trabajaba como niñera en lo de Daniela Milhein. En el juicio, la mujer recordó que realizó la denuncia, pero no los motivos. "Había un comentario feo de que a mi hija se la llevaron a prostituirse y no de niñera, por eso hice la denuncia", reconoció luego. Pero afirmó que no conoce nada de la desaparición de Marita Verón.

u Estudios médicos.- Una de las testigos, Blanca, no está en condiciones de declarar según su psiquiatra. Por eso el tribunal ordenó que peritos judiciales determinaran su estado de salud, para tomar una decisión.