La decisión del Gobierno nacional de expropiar Repsol-YPF alteró la agenda política en la última semana. Fue tanta la repercusión que propios y extraños, el mundo "K" y toda la oposición, se concentraron en el análisis y los alcances nacionales e internacionales de la medida; dejando en un segundo plano -por varios días- temas que estaban acaparando la atención pública. Tales como el tráfico de influencias en torno a la compra de la ex Ciccone Calcográfica que involucra al vicepresidente, Amado Boudou, la polémica candidatura de Daniel Reposo para la Procuración General de la Nación, las investigaciones y los resultados de las pericias de la tragedia ferroviaria de Once y la polémica que envuelve al kirchnerismo y al PRO en torno al traspaso de los subtes. Sin embargo, calmadas las aguas, aquellas cuestiones volvieron a decir presente y con mucha intensidad.