La incertidumbre y los aumentos de precios marcan el comportamiento del mercado en estos momentos. Y la yerba mate es el principal indicador; sólo este producto sufrió incrementos que alcanzaron el 100% promedio en las últimas semanas. Inclusive, los comerciantes expresan pesimismo sobre el futuro del abastecimiento de esta mercadería en la plaza local.
Se trata de ajustes en la venta final, debido a los aumentos observados en la cadena de comercialización mayorista. "Los productores yerbateros quieren equiparar el precio local al internacional, lo que trae aparejado subas en góndolas", comentó a LA GACETA el subdirector de la Dirección de Comercio Interior (DCI), Marcelo Rubinstein.
Hoy puede conseguirse un paquete de 500 gramos a $ 7 u $ 8 en supermercados y a $ 9,50, $ 11,50 o a $ 16, según la marca y la variedad, en varios negocios de barrio en la Capital. Mientras que el envase de un kilogramo cuesta entre $15 y $17, en las grandes cadenas, y un 20% más caro en los locales barriales.
De esta forma, el precio del paquete de yerba en Tucumán o Buenos Aires, se equiparó al registrado en París (Francia) o Berlín (Alemania), donde ronda los 3,5 y 5 euros, compararon en el sector comercial.
El actual escenario ha desorientado a los propietarios de los comercios, en particular, a los minoristas, quienes trasladaron y acomodaron esas variaciones en los precios finales de manera diferenciada, lo que demuestra así una oferta desordenada. Un relevamiento de la DCI advirtió incrementos que van desde el 70% hasta el 120% en distintos puntos de la provincia. "El comerciante está descolocado ante esta situación y pone cualquier precio por temor a perder dinero", comentó Rubinstein, quien al mismo tiempo aseguró que, a pesar de esa dificultad, no hay faltante en el mercado interno. Guillermo Saccomani, titular de la cámara de supermercadistas, organización que representa a los súper medianos y chicos en la provincia, ratificó la suspensión de la distribución de yerba a negocios por parte de los proveedores, lo que genera inquietud en el sector. "Se vive un momento difícil, tanto para el comerciante como el consumidor", enfatizó el empresario
"Hay poca información de lo que va a pasar; no hay nada definido respecto del precio; nada es claro", agregó Saccomani.
En el Gobierno provincial siguen de cerca el ritmo de consumo y el desenvolvimiento de la cadena de comercialización. Es más, en Casa de Gobierno prevén que en las próximas semanas podría conocerse otra tanda de incrementos de precios autorizados por el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Según fuentes oficiales, las principales empresas multinacionales y nacionales -unas 35 compañías, que cubren casi el 90% del mercado-, solicitarían al funcionario nacional su asentimiento por un nuevo ajuste en los productos, como lo hizo en los dos últimos meses -en dos oportunidades aprobó subas de entre un 8% y un 10%-.
Mientras, ya se aplicaron incrementos de precios de las bebidas gaseosas de primera marca, entre un 4% en productos de menor demanda y un 10% para los de alto consumo; esas variaciones se extenderían a las segundas firmas en poco tiempo, estimó Saccomani. Según Eduardo Robinson, economista de la Fundación del Tucumán resulta llamativo este comportamiento del mercado, debido a la vigencia de una política de intervención del Ejecutivo nacional, en medio de un proceso inflacionario. "Esto conlleva a su vez una práctica especulativa que termina perjudicando al consumidor", remarcó.