BUENOS AIRES.- La presidenta, Cristina Fernández, repudió ayer los actos de violencia contra la embajada británica en Buenos Aires, ocurridos el lunes pasado al cumplirse el 30 aniversario del inicio de la Guerra de Malvinas, y dijo que sus responsables parecieron movidos por "titiriteros".

Desde Bariloche, donde encabezó un acto junto al vicepresidente Amado Boudou, la jefa de Estado vinculó esos hechos atribuidos a la organización Quebracho a las protestas que realizaron organizaciones sociales no kirchneristas, como Barrios de Pie, en la 9 de Julio y las consideró "antipopulares".

"Esos grupos no representan a la política", remarcó Cristina y agregó: "me llama la atención que en gobiernos de tanto avance en materia de derechos humanos surjan de repente estos grupos tan violentos que parecen servir a los intereses contrarios a la Argentina, más allá de que vistan ropajes pseudorevolucionarios".

En referencia a Quebracho, dijo que "se denomina grupo político, pero no representa a la política", y criticó "recurrir a esos métodos, en democracia, en libertad total, cuando cada argentino puede manifestarse libremente". También condenó la quema de banderas, como ocurrió con las del Reino Unido, y remarcó: "los palos en la Argentina dieron malos resultados".

De inmediato, afirmó su "repudio como presidenta y como argentina a lo que se hizo contra la embajada, sea británica o de cualquier otro país del mundo".

Usar el Código Penal

También aludió a declaraciones de un juez "cuando dijo que les daría un cachetazo" a los miembros de Quebracho: "en lugar de eso deben agarrar el Código Penal, identificarlos y juzgarlos como corresponde".

Según Cristina esa protesta fue "un acto de vandalismo" y aseguró: "no vamos a caer en ninguna de esas provocaciones".

Entonces, lo vinculó a las protestas que grupos piqueteros realizan habitualmente en el centro porteño, como la de Barrios de Pie, que ayer volvió a movilizarse, aunque evitó hacerlo sobre la 9 de Julio.

"Apelo a la sensatez de todos para evaluar los intereses que se mueven detrás de esos grupos, que generan actos antipopulares, en su correcta acepción, porque cuando se corta por 21 horas la 9 de Julio o los actos frente a la Embajada, esos son actos que deben repudiarse", sostuvo.

Se pronunció así al presidir la ceremonia de ampliación de la nueva pista y la modernización del sistema de balizamiento del Aeropuerto Internacional de Bariloche y también de la estación aérea de Esquel.

Las obras requirieron una inversión de $ 88 millones, y se concretaron tras 25 años de postergaciones.

En otro pasaje de su discurso, la Presidenta habló de un récord en el patentamiento automotor en "el primer trimestre de este año con un 12% más que en el primer trimestre del año pasado" y puntualizó que en marzo aumentó un 34,64% el patentamiento de autos interanual.

Mediante una videoconferencia también dejó inauguradas 60 casas del barrio Unión en la ciudad de Río Colorado, y participó de la firma del convenio para la construcción del Pabellón I en el campus universitario de Bariloche de la Universidad de Río Negro.

En el acto estuvieron el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, y el presidente de Aeropuertos Argentina 2000, Ernesto Gutiérrez Conte, entre otras personalidades y funcionarios. (NA)