Nilda Lucrecia Zelarayán era una de las cientos de personas que fueron arrojadas al Pozo de Vargas por militares y policías, según lo confirmó el Poder Judicial de la Nación este mediodía.
Zelarayán pasa a ser así la segunda persona identificada en ese lugar, después de la confirmación de que se encontraron en el Pozo de Vargas (avenida Francisco de Aguirre al 4.000) los restos del ex senador peronista Guillermo Vargas Aignasse.
Tenía 22 años cuando fue secuestrada, el 17 de febrero de 1976, junto a su esposo Juan José "Toti" García. Tenía una hija de su primer matrimonio, Julia Leonor Fernández, y ella estaba embarazada de seis meses, según consta en las denuncias y testimonios de la época.
Por haber sido un hecho ocurrido antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el caso se le adjudica a las fuerzas de seguridad que actuaron en el Operativo Independencia iniciado en febrero de 1975 en nuestra provincia.
La mujer había nacido en Villa Quinteros, pero fue secuestrada en la capital tucumana. Militaba en el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), y posiblemente también en el brazo armado de este, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
El secuestro, según la denuncia, fue perpetrado por personal de la Policía Federal. Permanecieron detenidos en el centro clandestino de detención que funcionó en la ex Jefatura de Policía de Tucumán, luego en "La Escuelita" de Famaillá y en el Batallón de Arsenales Nº 5 "Miguel de Azcuénaga".
La joven también estuvo detenida en el Departamento de Educación Física (EUDEF, actual Facultad de Educación Física) y en el CCD "El Reformatorio".
Por testimonios de sobrevivientes pudo saberse que dio a luz un varón, y es uno de los niños apropiados que está siendo buscado por Abuelas de Plaza de Mayo. LA GACETA ©