BUENOS AIRES.- Las denuncias y sospechas de corrupción que pesan sobre el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, por cumplir gestiones incompatibles con sus funciones y tramitar influencias políticas, dejaron de ser cuestiones que se ventilan a través de la prensa nacional y pasaron a transformar y alterar el clima político en el Congreso.

Legisladores de la oposición reclamaron respuestas de Boudou sobre las denuncias y pidieron que se ponga a disposición de la Justicia, aun a riesgo de quedar "preso", mientras un dirigente kirchnerista interpretó que hubo "ataques" de parte de sectores que "extrañan" a Julio Cobos.

Los diputados, que planean presentar esta tarde en el Congreso un pedido de juicio político contra el funcionario, señalaron también que las acusaciones desnudaban "una corrupción severa" en el Gobierno que puede "salpicar" a la presidenta (ver "El caso es muy grave...").

Además, reclamaron la actuación de la Justicia para que se esclarezcan las aparentes vinculaciones de Boudou con directivos de la empresa Ciccone Calcográfica, por quienes habría intercedido ante la AFIP para que se levante la quiebra de la imprenta.

El sitio de noticias online "www.parlamentario.com.ar" comentó que el reclamo de enjuiciamiento será presentado en el marco de una conferencia de prensa que encabezarán Patricia Bullrich (Unión por Todos), Federico Pinedo y Paula Bertol (PRO), Eduardo Amadeo (Peronismo Federal) y Oscar Aguad (UCR).

La señal de que esta acción devenida del caso Ciccone tiene escasas posibilidades de prosperar, la dio ya el jefe de la bancada kirchnerista de la Cámara Alta, Miguel Ángel Pichetto, quien le restó "contenido" a la denuncia y aclaró que el oficialismo -que es mayoría en ambas cámaras- no piensa avalar esa solicitud.

En declaraciones periodísticas, Pichetto dijo que "no hay contenido; hay una fuerte presión comunicacional sobre el tema, cuestión que me parece está camino de esclarecerse". El senador señaló que "después de la explicación que llevó adelante el titular de la AFIP (Ricardo Echegaray), me parece que la cosa (la controversia) quedó muy clara".

El comentario hace referencia al papel que le cupo a Boudou en el supuesto beneficio para la empresa Ciccone. Echegaray señaló que Boudou "no intervino en el proceso. No gestionó nada en particular, sino que evacuó una consulta", en referencia a una nota firmada por el entonces titular de Hacienda (2010), en la que recomendó la continuidad de la concursada Ciccone.

Desconcierto
Mientras la Justicia avanza con la investigación en su contra, el vicepresidente Boudou intentó minimizar los daños y anunció ante medios de comunicación paraestatales que desde ahora los pesos (los billetes) se imprimirán en la Casa de Moneda. Su comentario puso los nervios de punta a directores y gerentes del BCRA que en las últimas semanas aceleraron consultas para definir cuántos billetes pedirán imprimir para 2012. Es que saben que la Casa de Moneda cuenta con una capacidad de producción de 350 millones de billetes al año, la mitad de los 700 millones de billetes que, de acuerdo a especialistas consultados, demandarán como mínimo para éste año. Otros, como el ex titular del BCRA, Aldo Pignanelli, afirman que la demanda superará los 1.300 millones de unidades.

La conclusión es obvia: el Estado no tiene la capacidad para imprimir todo el "físico" necesario, por lo que tendrá que recurrir a la impresión en fuentes privadas, por ejemplo, a la ex Ciccone Calcográfica, propiedad de un amigo del vicepresidente. (NA-Especial)