Todo indicaría que el camino iniciado por la Secretaría de Comercio Interior en lo referido a nivelar la balanza comercial mediante las restricciones impuestas a la importación de productos y dispositivos para uso médico nos está llevando a los profesionales del área a un inusual ejercicio de pensamiento lateral a la hora de resolver problemas básicos en el servicio de mantenimiento preventivo y correctivo.

Sin importar si el subsector afectado es el público o el privado, las complicaciones para conseguir en el mercado los elementos básicos para sustentar el buen funcionamiento de los equipos (repuestos, consumibles, componentes electrónicos, herramientas, etc), como así también descartables, medicamentos u otros productos y dispositivos para uso médico, se está haciendo notar.

En el caso del subsector público, se realizaron importantes inversiones en equipamiento e infraestructura, adquiriendo tecnologías apropiadas, actuales e importadas para los hospitales, sin embargo hoy no podemos asegurar si tendremos disponibles en tiempo y forma sensores de oximetría, celdas de oxígeno u otros consumibles de origen extrafrontera.

Otro ejemplo es el de productos como el Helio Líquido, tampoco producido en nuestro país y usado en equipos de RMN (Resonancia magnética). Existen en la provincia un par de instalaciones de equipos de ultimísima generación con retrasos importantes en su puesta en marcha (60 días), y con la incertidumbre sobre la continuidad de su servicio por la hasta ahora segura indisponibilidad en tiempo y forma del noble gas (licuado a -269 °C), el cual debe recargarse indefectiblemente cada seis meses, dadas las características inherentemente inestables de los criógenos. Si bien se fabrican en nuestro país unos pocos equipos competitivos en calidad y prestaciones frente a los importados, los mismos tienen una fuerte demanda en el exterior, hecho que, paradójicamente, también genera demoras en su disponibilidad en el mercado local, y estamos hablando en este caso de respiradores, incubadoras y esterilizadores. La otra "parajoda" es que un porcentaje muy significativo de sus componentes, circuitos, pantallas, sensores, y hasta cables especiales, ¡es también importado!