Un proyecto comercial desarrollado por varios países de América Latina comenzó en la década de 1990 a replantar experimentalmente la chía en el norte de Argentina, para proporcionar a los agricultores cultivos alternativos, con resultados excelentes. Este es el primer antecedente en el país.
La Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc) de Tucumán lleva adelante el Proyecto Chía, coordinado por el ingeniero Ramiro Lobo. LA GACETA dialogó con el investigador para conocer detalles de la experiencia.
- ¿Qué grado de desarrollo tiene la chía en Tucumán?
- Durante 2007, por iniciativa del grupo CREA "La Armonía", a través de Diana Chediak, la Eeaoc empezó a trabajar con los "nuevos viejos cultivos" como la Chía (Salvia hispánica), Quinua (Chenopodium quinoa) y Amaranto (Amaranthus caudatus) que fueron los "pseudocereales" base de la alimentación de los primeros pobladores de América. No hay disponible información sobre su manejo agronómico. Por esta razón, desde fines de 2007 la Eeaoc viene trabajando en la introducción y desarrollo agronómico de estos cultivos, resultando el cultivo de Chía una alternativa para la diversificación productiva de nuestra provincia.
No se conoce con exactitud la superficie cultivada durante la campaña 2011; se calcula que hay 7.000 hectáreas en todo el NOA.
- ¿Qué cantidad de semillas de chía se producen en Tucumán?
- Se está produciendo en unas 700 hectáreas; se estima un rendimiento promedio de 650 kg/ha. Muchos productores, por una cuestión de riesgo de cosecha, están produciendo en Salta y Jujuy, zonas libres de heladas y costo de arriendo por hectárea más bajo. El destino es los EEUU, pero hay pedidos de Brasil, Bolivia, Paraguay, más el mercado interno.
Según la Subsecretaría de Economías Regionales de la Nación, se exportaron 160 tn/año (2008-2011), con valores FOB cercanos a 3.000 U$S/tn, es decir 3 U$S/kg. En el mercado interno se pagó al productor 1,3 U$S/kg.
- ¿Cuál es el zona potencial de expansión de este cultivo?
- Los resultados obtenidos muestran que es posible desarrollar con éxito este cultivo en Tucumán, manejado como un cultivo extensivo de grano fino, con un ciclo de 160 días (enero-julio), siendo la fecha de inicio de la floración determinante para este período de tiempo, donde a partir de mayo y parte de junio no deben producirse heladas por encontrarse el cultivo fructificando en estado de grano lechoso. Esta situación confina el desarrollo del cultivo a zonas con poca o nula ocurrencia de heladas, condicionando la expansión del mismo a la zona pedemontana tucumana.
- ¿Cuáles son los problemas que enfrenta esta actividad?
- Surge como una hipótesis de trabajo ampliar el espectro varietal, ante la necesidad de contar con materiales que anticipen el inicio de floración (primera semana de abril), para evitar el riesgo de daño por helada durante el período de llenado, para extender la zona de cultivo en Tucumán, desde la zona pedemontana -utilizada por productores de caña, limón y tabaco-, hacia el este, en la zona hoy utilizada con soja y maíz.
- ¿Cuáles son los desafíos?
- a) Incrementar los rendimientos: hoy se produce una media de 650 kg/ha; resolviendo cuestiones agronómicas (malezas, fertilizantes y rotaciones) se pueden lograr en el corto plazo 1.000 kg/ha, con antecedentes de 2.500 kg/ha; b) Producción orgánica: el cultivo tiene pocos problemas sanitarios, por lo que es fácil conducirlo como orgánico. Existe mucha demanda internacional; c) Industrializar: existen múltiples alternativas y se lograría un incremento en la rentabilidad; d) Promocionar el cultivo: capacitando a los potenciales productores.