BRUSELAS.- Tras dos años de crisis, Europa pierde la paciencia con Grecia y le exige acciones concretas para cumplir con las reformas prometidas, e incluso algunos dirigentes ya hablan abiertamente de una Eurozona reducida a 16 miembros. El acuerdo in extremis logrado el jueves entre Grecia y sus acreedores institucionales (la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo) no fue suficiente para los europeos. "Queremos acciones concretas" antes del próximo miércoles, dijo el Eurogrupo, como se conoce a los ministros de Finanzas de los 17 países que adoptaron el euro, al finalizar una reunión en Bruselas. De lo contrario, Europa no desbloqueará el rescate de 130.000 millones de euros para evitar que Grecia declare la quiebra. Los sindicatos griegos iniciaron ayer una huelga de 48 horas contra las nuevas medidas de austeridad reclamadas por los acreedores del país, y que serán en principio sometidas al voto del Parlamento mañana.
Si quiere ayuda, Grecia tiene menos de una semana para cumplir tres condiciones: el aval del Parlamento al acuerdo con más medidas de rigor, alcanzado entre los partidos políticos griegos y la troika, garantías de que el gobierno griego cumplirá el programa, y recortes adicionales del gasto por 325 millones de euros en el presupuesto de 2012. Pero si Grecia no recibe fondos, no podrá afrontar el 20 de marzo su próximo vencimiento de deuda por 14.400 millones de euros, lo que la obligará a declarar la suspensión de pagos. Atenas negocia en forma paralela con sus acreedores privados (bancos y fondos de inversiones), una quita de 100.000 millones de euros del total de su deuda, que se eleva a unos 360.000 millones de euros. La idea es reducir esa colosal deuda del actualmente 160% de su PBI a un 120% hacia 2020, un nivel considerado más sostenible. Pero incluso si Atenas logra en menos de una semana cumplir con todas las exigencias de Bruselas, tampoco se podrán descorchar botellas. Los expertos creen que ni siquiera el mejor de los escenarios, el anuncio de un acuerdo en Grecia del agrado de la UE, dará garantías de que el país volverá a la senda del crecimiento económico y logrará evitar salir de la Unión Monetaria integrada por 17 países de la UE. "Sólo el tiempo podrá decirnos si la deuda griega podrá algún día alcanzar un nivel sostenible", agregó Janis Emmanouilidis, del Centro de reflexión European Policy Center (EPC). Los analistas de Capital Economics son más contundentes. Por más ayuda que reciba Grecia es muy difícil que el país, con una economía asfixiada por la falta de competitividad y perspectivas de más recesión, levante cabeza. Sobre todo cuando aumentan "los temores en los mercados de un default desordenado". Al mismo tiempo, "los pedidos de más austeridad por parte de la Eurozona" son imposibles de cumplir, dijeron. Ante este perspectiva, es "inevitable" que Grecia deje la Eurozona antes de fines de 2012, vaticinaron. (NA)