BUENOS AIRES.- La llegada del príncipe Guillermo, nieto de la reina Isabel II, a las islas Malvinas para una misión militar de seis semanas, encrudeció aún más la relación entre Argentina y Gran Bretaña.
El vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, calificó las últimas medidas de los ingleses como "bravuconadas" para desviar la atención de los conflictos de ese país. "Están tratando, como hicieron los militares acá, de tapar los problemas del desempleo e insatisfacción social buscando temas de alto impacto mediático y buscando tapar la realidad diaria con una cuestión que está muy lejana para Londres, como las Malvinas", dijo en referencia al envío del buque de guerra y la llegada del príncipe a las islas.
"El colonialismo como estructura política es una vergüenza que nuestra humanidad guarda del siglo XVII y XVIII. Quedan muy pocos enclaves, y uno es Malvinas, donde el gobierno británico intenta imponer políticas extractivas en hidrocarburos y pesca. Es el rostro económico del colonialismo", expresó a continuación el ex ministro de Economía.
Mientras de este lado del océano se critica la actitud bélica de los ingleses, desde ese país también se cuestiona el accionar de su primer ministro, David Cameron. "Tarde o temprano los isleños serán vendidos (por el Reino Unido)", publicó hoy el diario inglés "The Guardian". Según este medio, las promesas de Cameron sobre la seguridad de las islas son "sólo bravatas". (NA?DYN).