BUENOS AIRES.- El canciller Héctor Timerman dijo que Gran Bretaña es "sinónimo de colonialismo" en respuesta a las declaraciones del primer ministro británico David Cameron que acusó a la Argentina de ejercer "colonialismo" en su reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas.

Timerman formuló estas declaraciones a la agencia estatal Télam desde El Salvador, donde realiza una gira por distintos países centroamericanos.

"En lugar de convocar a su Consejo Nacional de Seguridad, Gran Bretaña debería llamar a Ban Ki-moon (secretario general de Naciones Unidas) y responder que acepta las múltiples resoluciones de ese organismo instando al diálogo por la cuestión Malvinas para alcanzar una solución pacífica", afirmó Timerman.

"Llama la atención también que Gran Bretaña acuse a un país como la Argentina que es víctima de una situación colonial como lo han expresado las Naciones Unidas al definir a Malvinas como una cuestión de soberanía y colonialismo", agregó.

Timerman además le recomendó al primer ministro Cameron que leyera parte de la obra del escritor George Orwell (1903-1950), nacido en el Raj británico, actual India.

"Cameron no debería ir muy lejos, ya que en Londres debe estar el libro, para encontrar lo que escribió Orwell sobre el manejo político del lenguaje", dijo Timerman respecto al autor de "1984" y "Rebelión en la granja", quien inició su carrera de escritor cuando era policía imperial en Birmania (actual Myanmar).

Cameron acusó ayer a nuestro país de "colonialista" durante su comparecencia en la Cámara de los Comunes.

"Yo diría que lo que los argentinos han estado diciendo recientemente es mucho más colonialismo, porque esta gente (los habitantes de las islas, llamados kelpers) quiere seguir siendo británica y los argentinos quieren que ellos hagan otra cosa", dijo el primer ministro.

Una fuente cercana a Cameron dijo luego que ha habido "mucha retórica dando vuelta desde Argentina" recientemente y que el primer ministro quería "demostrar qué tan importante es para él la protección de los isleños y su autodeterminación".

El duelo verbal entre ambos gobiernos se suma al foco de tensión ocurrido el fin de semana pasado, cuando las autoridades británicas de las Malvinas (Falklands para los británicos) impidieron el desembarco de un crucero en el que viajaban cientos de turistas argentinos, brasileños, chilenos y uruguayos.

El crucero "Star Princess" no pudo atracar en Puerto Argentino (Port Stanley) por negativa del gobierno local, que adujo "razones sanitarias" al haber detectado en el pasaje 20 casos de gastroenterocolitis, sobre 3.600 pasajeros de diversas nacionalidades. Entre los turistas también había un grupo de argentinos que pretendía rendir homenaje a los soldados muertos en la guerra de 1982. Argentina calificó de "enésimo acto hostil" la decisión británica, aunque no hizo referencia a la hipótesis de que la negativa de ingreso del crucero, en el que viajaban turistas de Brasil, Chile y Uruguay, sea una respuesta a la reciente decisión de estos países de no recibir barcos con banderas de Malvinas, en solidaridad con Argentina.

Mientras tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, calificó como "absolutamente ofensivos" los dichos de Cameron, quien acusó a la Argentina de "colonialismo" y convocó al Consejo de Seguridad de su país para abordar la situación en el archipiélago.

El gobierno argentino "aspira a que se respete la resolución de las Naciones Unidas avalada por la mayoría de los países del mundo", y que el Reino Unido "se siente de una vez a discutir la soberanía de Malvinas", dijo el titular de la cartera política argentina. (Télam-NA-DyN)