LIMA.- El apellido Patronelli quedó grabado en la historia de la prueba. Pareciera ser una monarquía que seguirá reinando hasta que ellos digan basta o decidan descubrir nuevas sensaciones. Alejandro se transformó en el primer bicampeón de cuatriciclos, especialidad que se implementó el mismo año que la carrera pisó suelo nacional. También quedó en claro que los argentinos se adueñaron de la categoría, ya que completaron el podio Marcos, hermano del vencedor y Tomás Maffei, otra de las grandes promesas de los "cuatri".
Y eso no es todo: salvo en la competencia de 2009, en la que se impuso el checo Josef Machacek, los demás triunfos fueron argentinos y de los Patronelli. Marcos y Alejandro (2). Eso no es todo: ayer los hermanos cerraron el segundo 1-2 y siempre ocuparon un lugar en el podio. Una maravilla.
"Tuvimos un Dakar sin problemas, sin incidentes e hicimos el 1-2 con Marcos. Son cosas que no se cuántas veces puede pasar y hay que disfrutarlo cada minuto. Hay un equipo atrás que nos permite haber cumplido este sueño. Pero este es un triunfo de todo un grupo de personas que están detrás apoyando constantemente", declaró Alejandro.
El vencedor, cuando llegó a Lima, no pudo ocultar las lágrimas que corrían sobre su rostro. "Es difícil ganar dos veces seguidas. El año pasado lo pasé muy mal porque me lesioné la mano. Este año ha sido perfecto", destacó el joven de 33 años que en la primera edición del Dakar que pasó por nuestro continente no pudo participar porque no había cupos y al año siguiente terminó detrás de su hermano, que es el menor de la familia oriunda de Flores, provincia de Buenos Aires.
Marcos también encontró motivos para celebrar. "Es increíble porque logramos un gran triunfo. Quiero agradecer a este apoyo y fundamentalmente a mi familia. Se repitió el 1-2 con Alejandro que es algo histórico e inigualable", destacó. (Especial y Télam)
Y eso no es todo: salvo en la competencia de 2009, en la que se impuso el checo Josef Machacek, los demás triunfos fueron argentinos y de los Patronelli. Marcos y Alejandro (2). Eso no es todo: ayer los hermanos cerraron el segundo 1-2 y siempre ocuparon un lugar en el podio. Una maravilla.
"Tuvimos un Dakar sin problemas, sin incidentes e hicimos el 1-2 con Marcos. Son cosas que no se cuántas veces puede pasar y hay que disfrutarlo cada minuto. Hay un equipo atrás que nos permite haber cumplido este sueño. Pero este es un triunfo de todo un grupo de personas que están detrás apoyando constantemente", declaró Alejandro.
El vencedor, cuando llegó a Lima, no pudo ocultar las lágrimas que corrían sobre su rostro. "Es difícil ganar dos veces seguidas. El año pasado lo pasé muy mal porque me lesioné la mano. Este año ha sido perfecto", destacó el joven de 33 años que en la primera edición del Dakar que pasó por nuestro continente no pudo participar porque no había cupos y al año siguiente terminó detrás de su hermano, que es el menor de la familia oriunda de Flores, provincia de Buenos Aires.
Marcos también encontró motivos para celebrar. "Es increíble porque logramos un gran triunfo. Quiero agradecer a este apoyo y fundamentalmente a mi familia. Se repitió el 1-2 con Alejandro que es algo histórico e inigualable", destacó. (Especial y Télam)