Las previsiones técnicas ante el impacto de la sequía coinciden en la pérdida de la producción de soja. Y las diferencias, hasta ahora, circulan por la magnitud. El último informe del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) estimó un recorte del cultivo de la oleaginosa de 1,5 millones de toneladas, proyectando una campaña final 2011-2012 de 50,5 millones de toneladas.
El estudio del organismo norteamericano fue avalado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que ratificó que la seca se haría sentir sobre los rendimientos.
El trabajo del USDA refleja, sin embargo, que ante este complicado escenario se registrará un leve incremento de un 3,3% en la producción de soja, respecto de 2010-2011, con 48,9 millones.
Ante esta evaluación internacional, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal planteó dos estimaciones del rendimiento final en el país: "optimista" y "pesimista".
El primer análisis es la que considera las proyecciones del USDA. Mientras que en la segunda visión se incluyen análisis realizados por expertos a nivel local, que prevén una producción final menor: 45 millones de toneladas.
Surge entonces que en el caso "optimista", el valor de la cosecha rondaría los US$ 23.700 millones, un 5% por debajo de los U$S 24.878 millones que arrojó la campaña 2010-11.
Según el Iaraf, la "caída en el valor de las ventas externas será menor", de un 1%. Las exportaciones alcanzarán así US$ 20.800 millones aproximadamente frente a a los U$S 21.006 de la campaña anterior.
"La disminución en términos de derechos de exportación rondará los US$ 63 millones (a U$S 7.289 millones), también con una caída del 1%", remarcó el organismo.
Por su parte, las evaluaciones técnicas locales advierten que las "retracciones serían mayores" en todos los casos debido al fuerte impacto de la sequía: el valor de la cosecha caerá a US$ 21.100 millones, disminuyendo un 15%, y las exportaciones y las retenciones serían de US$ 2.500 y US$ 860 millones (a U$S 6.490 millones) respectivamente, con bajas cercanas a un 12% en ambos casos.
"Como se observa, en ambos escenarios, las caídas en términos relativos de las ventas externas y los derechos de exportación serían menores a las del valor de la cosecha. Esto se debe a que de cumplirse los valores estimados por USDA, tanto para producción como para exportaciones, el coeficiente exportaciones-producción obtenido sería mayor al del ciclo pasado. Esto es, se estaría exportando una mayor proporción de la producción sojera en la presente campaña", informó el Iaraf, que resaltó además que esas las cantidades observadas "estarían compensando parcialmente la caída en las cotizaciones, dada la mayor producción estimada por USDA respecto al ciclo 2010-11".
Otro dato. En lo que lleva enero, los precios FOB oficiales (precio de un producto exportado en el punto de salida del país, cargado en el medio de transporte) de la oleaginosa han alcanzado los US$ 469,1 por tonelada, promedio: alrededor de U$S 40 por debajo del que promediaran los principales meses de comercialización de 2011, informó el instituto desde el punto de vista fiscal.
El estudio del organismo norteamericano fue avalado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que ratificó que la seca se haría sentir sobre los rendimientos.
El trabajo del USDA refleja, sin embargo, que ante este complicado escenario se registrará un leve incremento de un 3,3% en la producción de soja, respecto de 2010-2011, con 48,9 millones.
Ante esta evaluación internacional, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal planteó dos estimaciones del rendimiento final en el país: "optimista" y "pesimista".
El primer análisis es la que considera las proyecciones del USDA. Mientras que en la segunda visión se incluyen análisis realizados por expertos a nivel local, que prevén una producción final menor: 45 millones de toneladas.
Surge entonces que en el caso "optimista", el valor de la cosecha rondaría los US$ 23.700 millones, un 5% por debajo de los U$S 24.878 millones que arrojó la campaña 2010-11.
Según el Iaraf, la "caída en el valor de las ventas externas será menor", de un 1%. Las exportaciones alcanzarán así US$ 20.800 millones aproximadamente frente a a los U$S 21.006 de la campaña anterior.
"La disminución en términos de derechos de exportación rondará los US$ 63 millones (a U$S 7.289 millones), también con una caída del 1%", remarcó el organismo.
Por su parte, las evaluaciones técnicas locales advierten que las "retracciones serían mayores" en todos los casos debido al fuerte impacto de la sequía: el valor de la cosecha caerá a US$ 21.100 millones, disminuyendo un 15%, y las exportaciones y las retenciones serían de US$ 2.500 y US$ 860 millones (a U$S 6.490 millones) respectivamente, con bajas cercanas a un 12% en ambos casos.
"Como se observa, en ambos escenarios, las caídas en términos relativos de las ventas externas y los derechos de exportación serían menores a las del valor de la cosecha. Esto se debe a que de cumplirse los valores estimados por USDA, tanto para producción como para exportaciones, el coeficiente exportaciones-producción obtenido sería mayor al del ciclo pasado. Esto es, se estaría exportando una mayor proporción de la producción sojera en la presente campaña", informó el Iaraf, que resaltó además que esas las cantidades observadas "estarían compensando parcialmente la caída en las cotizaciones, dada la mayor producción estimada por USDA respecto al ciclo 2010-11".
Otro dato. En lo que lleva enero, los precios FOB oficiales (precio de un producto exportado en el punto de salida del país, cargado en el medio de transporte) de la oleaginosa han alcanzado los US$ 469,1 por tonelada, promedio: alrededor de U$S 40 por debajo del que promediaran los principales meses de comercialización de 2011, informó el instituto desde el punto de vista fiscal.