Según un análisis que realizó la consultora Economía & Regiones (E&R), el nivel de actividad se enfriaría este año.

"La disminución de la tasa de crecimiento en 2012 no sólo sería la profundización del enfriamiento acontecido en el segundo semestre de 2011, sino también el resultado de los ?cuellos de botella? que enfrentará nuestra economía. Estos provienen tanto del escenario internacional como de la economía doméstica. A su vez, tienen origen tanto en la esfera macro como en la microeconomía", señala el extenso informe.

Para entender el impacto de los cuellos de botella sobre la tasa de crecimiento del producto -agrega-, hay que comprender los distintos motores que la expansión económica ha tenido durante los últimos años: desde la esfera internacional, el alto precio de la soja, la mejora de los términos del intercambio y el fuerte crecimiento de Brasil son los principales fundamentos del vigoroso nivel de actividad en nuestro país.

En la esfera doméstica, el tipo de cambio real depreciado fue el principal pilar de la expansión, dotando de competitividad al sector exportador y de protección a la industria sustitutiva de importaciones, que así generaba puestos de trabajo y contribuía al aumento de la masa salarial, del consumo y de la demanda agregada. Paralelamente, las políticas fiscales y monetarias expansivas.

Por su parte, la política de ingresos, no sólo convalidaba aumentos salariales por encima de la inflación y de la productividad, sino que también (desde un punto más micro) estimulaba el ingreso disponible (y el consumo) al congelar las tarifas energéticas y del transporte, a través de la política de subsidios al sector privado, añade el estudio .

Conclusión

"En definitiva, haga lo que haga el Gobierno, en 2012 la economía argentina enfrentará una serie de cuellos de botella que inexorablemente enfriarían el nivel de actividad económica. Desde nuestro punto de vista, la política económica oficial debería encararlos en forma conjunta, con una coordinada acción de políticas fiscales, monetarias y de ingresos más moderadas, cuyo rol debería ser más trascendente que la sintonía fina microeconómica que se enunció en el discurso de asunción el pasado 10 de diciembre", concluye el trabajo de E&R .