Trufas de pollo y nuez.- Procesá pollo cocido, queso blanco y nueces (si tenés humo líquido, un chorrito le va a quedar muy bien). Condimentá con sal y pimienta. Armá pequeñas bolitas, pasalas por nueces molidas y llevá a la heladera. Serví en pirotines. Una variante es usar queso azul en lugar de pollo.
Paquetitos de melón.- Cortá bolitas de melón maduro, envolvelas en jamón (si es jamón crudo será más sabroso, pero claro...) y atalas con tiritas de cebolla de verdeo. Presentalas sobre colchón de hojas verdes; podés agregar bolitas de melón sin "empaquetar".
Minibrochettes.- Usando escarbadientes como soporte combiná cubitos de muzarella, hojas de albahaca y tomatitos cherry; daditos de jamón cocido y trocitos de ananá: cubitos de algún queso firme de sabor fuerte (gruyère es ideal, pero caro...) y uvas blancas y negras. Para presentarlas usá esferas de telgopor cortadas al medio y pinchá las brochets de modo que armes un dibujo con ellas.
Tarteletas.- Podés rellenarlas con champiñones a la provenzal; kani kama picado, salsa golf y una rodaja de palmito; manzana, apio y crema, con un toque de pimienta negra.
Bombitas saladas.- Procesá queso azul, crema de leche (o queso blanco), un chorrito de whisky y pimienta negra. Con una manga o una jeringa rellená las bombitas. Si te animás a la mezcla dulce/salado decorá con un "puntito" de mermelada de frutilla. Otra posibilidad es rellenarlas con un salsa blanca espesa en cuya manteca saltaste panceta ahumada bien picadita. Ponele queso rallado y un toque de crema de lecha para que quede más suave
Dips y pastas para untar.- Te proponemos que prepares paté casero; puré de morrones asados, oliva y nueces; queso blanco con ajo y hierbas; guacamole (palta y tomate fresco); pasta de aceitunas. Colocalos en bols, cerca uno de otro, y junto a los ellos, diferentes tipos de panes y grisines. Armarás un núcleo apetitoso y colorido.