Cómo cambia el panorama. Cómo varía la cosa cuando en vez de imaginar fantasmas se trabaja para convertir en realidad un sueño posible, ese mismo anhelo que el pueblo acompaña semana a semana y día a día, mientras seduce la almohada con la cabeza. Atlético volvió a bailar, bailó su mejor pieza. La del triunfo, una canción que ya se acostumbró a ensayar y que, últimamente, hizo envidiar a los cucos. A esos bichos raros llamados gigantes o candidatos a aprobar la temporada con una A mayúscula. Por qué no decir que este Atlético también puede ser sobresaliente. Ayer volvió a demostrar que no sólo el fútbol entiende de victorias. El corazón también juega y manda. Y lo hace cuando las piernas no responden, cuando ese milímetro enemigo empieza a hacer la diferencia entre el candidato a ganador y el futuro retador derrotado. Ahí estuvo la clave de este 2 a 1 para el infarto. En las agallas echadas de uno y otro sobre la mesa; en saber cómo, cuándo y dónde estampar la firma en el 08 de la negociación.
Todo eso supo hacer el "decano". La suerte lo acompañó, es verdad, pero, se dice, la suerte no viene sola. Hay que tentarla. Y nadie mejor que una gran asistencia seguida de una notable sentencia para concretar la entrevista con los 3 puntos. Esto es así: primer tiempo peleado, de mucho cálculo, de hacha y tiza y algunas pizcas de vértigo nacidas de los pies de "Pulguita", Barrado, Rivero, Carrizo y Medina. La pulseada terminó en tablas. Arranca el complemento. Mariano Martínez frota la diestra, Longo la zurda. Sesión perfecta de "Marian" y daga rasante del mendocino. Golazo. 1 a 0. Atlético, feliz, se confió.
Central, herido, fue al todo o nada y lo alcanzó con un gran cabezazo de Medina. La visita tuvo otras en los palos, por eso tanto lamento sobre el epílogo... Al rato lamentó una salida torpe de García y el 2 a 1 de Galíndez, forjado de un tiro libre pacífico, frontal. Para colmo, Ferrari mandó a la Chile lo que era el 2 a 2 desde los 12 pasos. Caras largas en Central, contentas en un Atlético de paso firme, ungido en cazador de sueños del pueblo.