En el "infierno" de Barranquilla, donde el calor amenazaba con ser el rival más peligroso, la Selección sintió por un momento hundirse en lo más profundo de su crisis futbolística. Tocó fondo cuando Colombia se fue al descanso ganando 1 a 0. Pero Lionel Messi apareció en el momento que más se lo necesitaba. Pidió el balón, corrió, gambeteó rivales, soportó los golpes, metió un gol -tuvo ese instinto natural para capitalizar el error del arquero Ospina y marcar el 1 a 1- y generó la jugada del segundo, que finalmente convirtió "Kun" Agüero. Argentina ganó 2 a 1. Pasó de estar fuera de los puestos clasificatorios a compartir el primer lugar de las Eliminatorias. Logró un triunfo necesario, casi imprescindible para cerrar el año con una sonrisa y encarar 2012 con otro ánimo. Con más confianza y esperanza.