COLOMBIA.- Llegó la hora de la redención. O por lo menos eso es lo que espera la Selección, que a las 18 saldrá a jugar contra Colombia con el plan de volver con los tres puntos bajo el brazo.

Se trata del último partido del año para el conjunto de Alejandro Sabella, un año que está más cerca de ser nefasto que productivo, porque el equipo no apareció en ningún momento y las estrellas sólo se mostraron fugazmente. Hasta ahora es difícil pensar en algo que le haya salido bien a "Pachorra", que aún perdiendo seguirá en su cargo, salvo una verdadera catástrofe. Ojalá para la albiceleste que en realidad todo se trate de haber guardado lo mejor para el final (volverá a presentarse en forma oficial en junio de 2012), aunque para los más positivos esto sea así sin lugar a dudas, ya que con tremendos nombres no puede haber peores actuaciones que las desplegadas en fechas pasadas.

Con la confirmación del cambio de esquema y con nombres que seguramente no volverán a aparecer por un tiempo, como el de Martín Demichelis, la idea de Sabella para hoy es asegurar un mejor despliegue defensivo, el punto más débil de sus dirigidos. Para eso, "Pachorra" dispuso que Javier Mascherano ocupe un lugar en la zaga central (tal cual hace en Barcelona), junto a Burdisso. Federico Fernández pasará al lateral derecho. El medio campo también estará renovado, "nombres nuevos" invadirán la zona tratando de crear nuevas esperanzas en los hinchas argentinos. El DT depositó la confianza en Sosa, Guiñazú y Braña, junto a Gago (el único que repite del duelo anterior).

En cuanto arriba, no queda otra que rezar. Que Lionel Messi se saque la mufa de una vez por todas, porque él es el inamovible de esta Selección. De Higuaín se necesitan goles y para eso ya demostró ser muy capaz. Que se repita.

No queda mucho más por decir de Argentina, por lo menos hasta que el equipo finalice el duelo de esta tarde, que promete ser caliente no sólo por lo que se juega, sino por las altas temperaturas de Barranquilla. El pensamiento popular es que el equipo debe ganar como sea, aprovechando las grandes ausencias del grupo "cafetero", y haciendo lucir de una buena vez los propios apellidos. Así que a esperar se dijo. (Especial)