BUENOS AIRES.- El valor del dólar y el comportamiento de los ahorristas volverán a estar hoy en el centro de la escena, cuando entren a regir las medidas de flexibilización en los encajes bancarios adoptadas por el Banco Central para garantizar la liquidez suficiente para afrontar la demanda ante eventuales retiros de depósitos del público.
El encaje es un porcentaje del total de los depósitos que reciben las instituciones financieras y que deben mantener inmovilizado.
Hasta la noche del viernes, el encaje era obligatorio hasta el 20% del monto captado y, del 80% restante, los bancos debían depositar en el BCRA todo el excedente que no fuera otorgado como préstamo.
Esa suma totalizaba cerca de 8.000 millones de dólares, entre la obligación y lo no utilizado. Ahora, los bancos podrán disponer libremente del excedente de ese 80% (unos 5.000 millones de dólares), aunque no fuera dado como crédito.
La entidad monetaria adoptó la medida el viernes a última hora, luego de una jornada cargada de rumores sobre eventuales decisiones que podría tomar el Gobierno para frenar la salida de dólares del sistema financiero como confiscación, pesificación o canje por bonos de los dólares en poder de los bancos. Esta incertidumbre disparó la cotización del dólar paralelo hasta 5 pesos, mientras el oficial se deslizó un centavo hasta 4,30 pesos.
La norma entrará en vigencia hoy y apunta a dar confianza sobre la disponibilidad de billetes para los depositantes y dar señales de que los dólares que están depositados en el sistema están a su disposición, ante la caída registrada en los últimos días en los depósitos en la moneda norteamericana.
Los depósitos en dólares en poder las entidades financieras públicas y privadas habían aumentado, de modo ininterrumpido, 3.100 millones de dólares entre enero y octubre; una semana antes de los mayores controles a la compra de dólares el saldo total del sistema era de 16.071 millones de dólares.
Durante la primera semana de vigencia de las restricciones (31 de octubre al 4 de noviembre) ese monto descendió a 15.389 millones de dólares, o sea una caída de 682 millones de dólares, 4,24% del stock total de todo el sistema financiero.
El economista Miguel Ángel Broda afirmó que uno de los efectos colaterales "más claros" de las restricciones fue que "la gente desesperadamente sacara los depósitos en dólares".
"Se fueron más dólares de los que se iban antes. Obviamente esta es una mala praxis, impericia, en un problema objetivo, no de una gran dimensión, que tenía diferentes alternativas para ser resuelto", indicó. Para el analista, Argentina tiene "tres nuevos problemas: exceso de demanda de dólares, alta inflación, y una dependencia de financiamiento fiscal del Banco Central terriblemente excesiva". (DyN)