El Colegio de Farmacéuticos ya alertó en varias oportunidades a las autoridades del Siprosa acerca de los problemas que hay en la provincia con los turnos de farmacias que no se cumplen. "Tras la aparición de las farmacias 24 horas, el servicio se ha desvirtuado", admitieron la semana pasada.

"Todo problema tiene solución. Lo primero que hay que hacer es reconocerlo y luego consensuar los posibles cambios", sostiene Lorenzo Marcos, médico del hospital de Niños. El pediatra también atiende desde hace muchos años la farmacia de su familia. "Con sancionar a las que no abren no se consigue solucionar el inconveniente que tiene la población cuando se enferma de noche y no consigue un medicamento. Si hay fallas hay que revisar bien qué pasa en el sistema y hacer una reformulación", reflexiona.

De acuerdo con su experiencia, en la actualidad las farmacias de barrio venden "migajas". "Uno de los problemas es la competencia desigual: los negocios pequeños compiten con cadenas de farmacias, farmacias en las obras sociales, y en los sanatorios y hospitales, que hacen imposible que un comercio de barrio mantenga en los estantes todos los productos que se fabrican en el mercado. El otro inconveniente es el bajo margen de rentabilidad de venta al contado y financiación del 40% y 50% de algunas obras sociales que obligan a un volumen de ventas que los comercios medianos o chicos nunca pueden alcanzar, y menos aún financiar", resalta.