BUENOS AIRES.- Las reservas del Banco Central cayeron ayer en U$S 159 millones y ya se perdieron en el año U$S 5.490 millones, en una jornada en la que subió la tensión en la city porteña y arreciaron rumores de más medidas para contener la fuga de capitales. Con un dólar paralelo que llegó a $ 5 (subió 8,7% en lo que va del mes), la posibilidad de aplicar un desdoblamiento del tipo de cambio, con un dólar para comercio exterior y otro para operaciones locales, volvió con fuerza a circular en círculos financieros, mientras que los bancos siguen minuto a minuto la salida de depósitos. Aún no habría consenso en el equipo económico para adoptar un desdoblamiento cambiario, porque una medida de ese nivel tendría fuerte impacto político, y se optaría por esperar a conocer el resultado de las acciones vigentes. La última baja en la reservas, que se ubican ahora en U$S 46.655 millones, no obedeció a la intervención en el mercado, ya que en las últimas dos jornadas tuvo un resultado neutro. En tanto, en el mercado oficial, el dólar al público subió un centavo a $ 4,29. (NA)

Informe del central
Los dólares usados para pagar deudas

El gobierno nacional utilizó hasta fines de octubre, U$S 7.500 millones de las reservas para pagar los vencimientos de la deuda pública, según informó anoche el Banco Central (BCRA). En su informe monetario mensual, el BCRA remarcó que durante octubre las reservas cayeron U$S 1.066 millones, consigna la agencia DyN. La caída en el nivel de reservas y la mayor demanda de dólares permitió una marcada desaceleración en el ritmo de expansión de los agregados monetarios. Así, esos agregados en pesos crecen a un ritmo del 32,9% anual. El BCRA informó que el stock de Lebac totaliza $ 28.717 millones al 31 de octubre con una reducción del 51,6% respecto de igual mes del año anterior. En sentido contrario, el stock de Nobac que ajustan por tasa Badlar más dos puntos totalizan $ 50.097 millones, una suba del 250%, respecto de octubre de 2010.

Diagnóstico privado
Consecuencias del cepo cambiario

Por más que se la pretendió disfrazar como una medida fiscal, el cepo cambiario fue un intento desesperado para frenar la demanda de divisas, advierte un informe de Federico Muñoz & Asociados. Esa jugada disparó una cascada de derivaciones negativas, según la consultora. Así, la virtual prohibición a la compra de divisas exacerbó la ansiedad del público. En lo sucesivo, pocos estarán dispuestos a deshacerse de divisas o a traerlas del exterior, porque el gobierno ha magnificado la sensación de escasez y nadie garantiza que el dólar que hoy se venda se podrá recomprar en el futuro. Además, las restricciones acentuaron el desdoblamiento del mercado cambiario: la brecha entre cotizaciones en los mercados oficial y paralelo se amplió a casi 15%. Pero el efecto más nocivo de la medida fue haber asustado a quienes tienen dólares en los bancos, indica el reporte.