BUENOS AIRES.- El controvertido predictamen sobre la legalización del aborto, cuyos impulsores celebraron en la Comisión de Legislación Penal de la cámara de Diputados perdió ayer entidad de manera sorpresiva. El presidente de la comisión, Juan Carlos Vega (Coalición Cívica), admitió que el proyecto no reúne la cantidad de firmas suficientes de sus miembros como para ser considerado un dictamen, informó el diario "La Nación".

Vega reconoció que sólo seis diputados suscribieron la iniciativa, cuando en realidad se requerían ocho firmas, ya que el reglamento de la cámara Baja exige el aval de, al menos, la mitad más uno de los miembros presentes al momento de dictaminar. Vega admitió que en esa instancia había 15 diputados presentes y no 12, como insistían los impulsores del proyecto.

Había tiempo hasta este mediodía para conseguir las dos firmas que faltaban, pero finalmente no se lograron los apoyos para que la despenalización del aborto pueda ser tratada en el recinto de la Cámara de Diputados. Ricardo Gil Lavedra (UCR), uno de los diputados de la comisión que faltaba firmar, ya anticipó que no apoyará el dictamen.

Quienes se oponen a la legalización del aborto, que ayer impugnaron el controvertido despacho, no dudaron en calificar el episodio como un papelón, un verdadero escándalo. "Todo el debate fue una desprolijidad. Vega mintió dos veces: dijo que había convocado a todas las voces para que se expresen en las audiencias públicas y eso no fue así. Mintió, también, cuando anunció que había dictamen, sabiendo que no se había reunido el número suficiente de firmas. Aquí no hubo desconocimiento, sino mala intención", despotricó Cinthia Hotton, de Valores para mi País, una opositora al proyecto.

Quien primero advirtió que el predictamen no reunía las firmas suficientes fue el diputado Omar De Marchi, Demócrata de Mendoza, mientras los impulsores del proyecto festejaban, el mendocino alertaba que el despacho no era válido. Pero el presidente de la Comisión lo ignoró, de acuerdo al matutin porteño.

Otra situación insólita fue cuando la radical María Luisa Storani estampó su firma en el proyecto, cuando ella no es miembro de la Comisión. El error fue subsanado, pero, como faltaban avales, la diputada Victoria Donda, de Libres del Sur, sacó una solución de la galera: anunció que el diputado Jorge Rivas, de Nuevo Encuentro,  apoyaría el proyecto. Rivas, aquejado por una grave parálisis, no estaba presente, pero, según Donda, cedió un poder para suscribir la iniciativa.

Los detractores de la legalización del aborto no permanecieron pasivos. Los diputados De Marchi, Patricia Bullrich, de la Coalición Cívica, e Ivana Bianchi, de Peronismo Federal, presentaron impugnaciones al despacho. Asediado, Vega ya no pudo disimular más la situación y ayer debió volver todo a foja cero. (Especial)