PARIS/BRUSELAS.- El enfado del eje franco-alemán con Atenas por la decisión de someter a referendo el segundo rescate heleno podría tener un primer efecto directo: la suspensión del sexto tramo de ayudas a Grecia, por 8.000 millones de euros.
La decisión anunciada por el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, de someter a referendo el segundo rescate heleno, ha caído muy mal en París y Berlín, además de en la sede de la Comisión Europea, en Bruselas, donde se alega que Grecia no puede ignorar los acuerdos alcanzados en la cumbre europea de la semana pasada.
Según fuentes por el periódico "Le Monde", en la cena de esta noche en Cannes, previa a la cumbre del G20 que se celebra mañana, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, comunicarán a Papandreu que la Unión Europea (UE) podría mantener en suspenso el desembolso de esos 8.000 millones de euros, a partir del primer rescate a Atenas, por 110.000 millones aprobados el año pasado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Papandreu justificó la necesidad de someter a referéndum las condiciones exigidas por la UE y el FMI para el segundo rescate que evite la quiebra de su país alegando que "la democracia está por encima del apetito de los mercados".
La reunión de esta noche en Cannes, previa a la cumbre como tal, y en especial el encuentro entre Merkel, Sarkozy y Papandreu, será fundamental para intentar volver a encarrilar la situación en torno a la crisis de endeudamiento en Grecia y en la eurozona, que se creía cerrada en la última cumbre de Bruselas, del jueves pasado.
A la cena de esta noche asistirá también la directora del FMI, Christine Lagarde.
Grecia advirtió que sin ese sexto tramo de ayudas, no podría pagar sueldos a funcionarios ni pensiones a jubilados más allá de este mes de noviembre. Está previsto que la nueva ayuda sea desembolsada a mediados de este mes. (DPA)