Enojo y preocupación fueron las dos sensaciones que predominaron entre operadores del mercado y clientes que se acercaron a adquirir divisas en la City bancaria. La puesta en vigencia de las nuevas medidas de control en las transacciones con monedas extranjeras representó un verdadero dolor de cabeza en Tucumán: durante la mañana, ninguna casa de cambio ni banco realizó operaciones. El motivo formal: estuvieron a la espera de indicaciones de la AFIP para realizar los controles. El motivo real: enojo, por la mala forma en que se instrumentó y ordenó la normativa; miedo a clausuras o multas, si realizaban mal algún trámite, y desconcierto real sobre cómo explicar a los clientes la reglamentación.

Por ello, algunas agencias directamente ni abrieron sus puertas. Recién pasado el mediodía, sólo dos comenzaron a vender dólares. "Queremos tener los detalles de la operatoria para no cometer errores y exponernos ante la AFIP. Mañana ya operaremos normalmente", confió el encargado de una casa de cambio.

Los clientes tampoco estaban contentos y fueron los propios empleados de las agencias los que soportaron (sin tener nada que ver) la bronca de algunos ahorristas. "¿Por qué no abren? ¿Qué se piensan ustedes? Son un desastre, no nos pueden prohibir comprar dólares", se quejó un hombre en la puerta de una casa de cambio con un cartel de "cerrado" en plena mañana del lunes.

La finalidad oficial

El Gobierno justificó la puesta en vigencia de la nueva reglamentación en la necesidad de acabar con la especulación en torno a la compra-venta de dólares. Las medidas centrales son las siguientes:

Las operaciones de compra de dólares no podrán realizarse momentáneamente a través de internet, cajeros automáticos o banca telefónica.

Cualquier persona que quiera concretar una operación de compra-venta de dólares deberá presentar su documento de identidad y la Clave Única de Identificación Tributaria (CUIT) o el Código Único de Identificación Laboral (CUIL). El operador de la agencia de cambio ingresará esas referencias en la base de datos de la AFIP para determinar si el interesado en comprar o vender dólares no se encuentra bajo ninguna situación irregular que lo imposibilite a realizar la operación. Las conclusiones de ese control determinarán que el solicitante se encuentra habilitado para realizar la operación, o si sus ingresos no se condicen con la transacción y, por ende, no puede realizarla.

En rigor, según lo manifestado por el Gobierno, la intención es terminar con los denominados "coleros". Se trata de personas que, contratados por empresas u operadores en negro del mercado, adquieren divisas en el mercado formal. Los "coleros" reciben una comisión por hacer el trámite y quienes desean hacer "negocios" con el dólar pueden realizarlos saltando el control del fisco.

La AFIP ya venía detectando que, por ejemplo, muchos compradores habituales de dólares (de cifras de U$S 1.000 como mínimo) son beneficiarios de planes sociales y-obviamente- sin los ingresos declarados como para hacerse de tremenda cantidad de moneda extranjera. Fuentes del mercado consultadas por LA GACETA coincidieron en que terminar con esas acciones es sano para el sistema financiero. Pero dudan de que la forma ideada por el Gobierno sea la correcta.

"Siempre que se prohibe algo, la demanda de ese producto crece en el acto. Poner trabas para la compra de dólares es decirle a la gente: señores, estamos en problemas", resumió un memorioso operador del mercado, con más de dos décadas en la actividad, bajo pedido de anonimato.

De hecho, esa tendencia se observó ayer mismo: el Banco Central tuvo que vender unos U$S 100 millones para que la cotización de la divisa no se disparara ante la fuerte demanda. Otro mal síntoma del debut de las nuevas medidas de restricción en el mercado fue que se disparó la cotización del dólar paralelo: se ofreció a $ 4,65 en el mercado en negro, en promedio. Sin embargo, otros operadores del mercado informal llegaron a comercializar la moneda de EEUU a $ 5. Se tratan de operaciones en "negro" (son ilegales) y sin ningún tipo de requisito ni de control.

De esta forma, si bien el Gobierno nacional consiguió (al menos ayer) frenar a los "coleros" benefició al mercado en "negro".

En Buenos Aires

Tampoco fue normal, aunque se registraron menos problemas que en nuestra provincia, la operación de compra-venta de divisas en la Capital Federal. Según consignó la agencia de noticias NA, gran cantidad de clientes que concurrió a la City porteña con su DNI a las casas de cambio que abrieron las puertas, expresaron su enojo porque el organismo recaudador les rechazó la operación, pese a que en algunos casos sólo pretendían adquirir U$S 100. Las quejas y los reclamos también aparecieron por las redes sociales Twitter y Facebook. Allí, muchos instaron a no comprar dólares a precios viles en "negro", mientras que otros se quejaron por la "falta de libertad" para decidir qué hacer con su dinero. En medio de esa confusión general, el Gobierno dispuso que unos 4.400 agentes se hicieran cargo del control de las operaciones y también de recorrer las calles del microcentro para asesorar a las entidades financieras y verificar que las ventas se realizar a través del nuevo sistema.